La ciudad de La Plata y su región enfrentan la semana más fría del año, con temperaturas mínimas que han descendido hasta los -3°C y máximas que no superan los 10°C, según reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El organismo emitió un alerta amarillo por frío extremo para La Plata, Berisso y Ensenada, advirtiendo sobre los posibles efectos adversos en la salud, especialmente para niños, adultos mayores y personas en situación de calle.

El fenómeno comenzó la noche del domingo 29 de junio, marcando el inicio de una ola de frío que se extenderá al menos hasta el miércoles 2 de julio. "En nuestra región, por las temperaturas, las condiciones están dadas para la nieve, pero no tenemos pronóstico de lluvia, que es el factor principal", explicó el meteorólogo Juan Ayoroa, quien recomendó a la población abrigarse adecuadamente y evitar la exposición prolongada al aire libre. Las autoridades sanitarias también aconsejan ventilar los ambientes calefaccionados y prestar especial atención a los grupos de riesgo.

El impacto del frío se sintió en toda la ciudad, donde las ráfagas de viento causaron daños materiales, como el desprendimiento de techos en el barrio Aeropuerto. A pesar de la crudeza del clima, no se reportaron heridos, aunque sí importantes pérdidas materiales.

La situación ha motivado una respuesta solidaria por parte de organizaciones sociales y la comunidad. Entidades como Sumando Voluntades han solicitado donaciones de ropa, calzado y alimentos para asistir a quienes viven en la calle. "Necesitamos ropa, zapatos de hombre y alimentos", sintetizaron desde la organización, destacando la importancia de la colaboración ciudadana en estos momentos críticos.

El antecedente de la nevada de 2007 en La Plata alimenta la expectativa cada vez que se anuncian olas de frío, aunque en esta ocasión los especialistas descartan la posibilidad de nieve por la ausencia de lluvias. Mientras tanto, la red de paradores nocturnos y organizaciones no gubernamentales refuerza su labor para brindar albergue y contención a los sectores más vulnerables.

La ola de frío, que afecta a gran parte de la provincia de Buenos Aires, pone a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la solidaridad de la sociedad, en un contexto donde la protección de los más desprotegidos se vuelve una prioridad.