El sector de empleados de comercio en Argentina ha alcanzado un nuevo acuerdo paritario que establece un aumento salarial acumulativo del 5,4% para el trimestre abril-junio de 2025. Este incremento se distribuirá en tres tramos mensuales: 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio. Además, se acordaron sumas fijas no remunerativas por un total de $115.000, que serán abonadas en cuotas de $35.000, $40.000 y $40.000, respectivamente. Estas sumas se incorporarán al salario básico en julio, elevando el ingreso mínimo a $1.123.000 con presentismo.

El acuerdo fue firmado por la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) junto con la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (UDECA). Armando Cavalieri, secretario general de FAECYS, destacó que el objetivo principal es proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente a una inflación persistente. "Estamos atentos a la evolución del mercado laboral y nos preocupa la tendencia creciente de la desocupación", señaló Cavalieri.

El contexto económico actual, marcado por una inflación elevada y la dolarización de precios en algunas provincias, ha generado desafíos significativos para el sector comercio. Según Cavalieri, "en las provincias no se vende nada. Los precios están dolarizados y los salarios están en pesos argentinos". A pesar de estos desafíos, las cámaras empresariales subrayaron la importancia del acuerdo para mantener la estabilidad laboral.

El acuerdo tendrá vigencia hasta el 30 de junio de 2025, con una revisión programada para julio. Durante esta revisión, se analizarán las variaciones económicas y se evaluará la necesidad de nuevos ajustes salariales. Este acuerdo se suma a los incrementos pactados para el primer trimestre del año, que consistieron en un 5,1% acumulativo.

En conclusión, este nuevo acuerdo paritario representa un esfuerzo conjunto entre el gremio y las entidades empresariales para mitigar el impacto de la inflación en los ingresos de los trabajadores del sector comercio. Sin embargo, las partes reconocen que será necesario un monitoreo constante para garantizar la estabilidad económica y laboral en el futuro.