Una serie de encuestas recientes revela que el malestar económico crece en Argentina, a pesar de la baja de la inflación celebrada por el gobierno de Javier Milei. Según datos de la consultora Zuban Córdoba, el 63% de los argentinos afirma que cada vez le cuesta más llegar a fin de mes, mientras que el 50% teme perder su empleo o sus ingresos debido a las políticas económicas implementadas.

El informe, basado en 1.400 casos relevados a mediados de julio, muestra que el 64% de los encuestados considera que el gobierno está profundizando la desigualdad social. Además, el 89% sostiene que no es suficiente con que baje la inflación y reclama una mejora urgente de los salarios. Solo el 14,7% de los consultados logra ahorrar algo a fin de mes; el resto gasta todo o se endeuda para cubrir sus necesidades.

El 57% desaprueba la gestión del gobierno y el 55% siente que no existe un plan económico claro. A pesar de que la inflación mensual bajó al 1,6% en junio, el 58% percibe que los precios volvieron a aumentar y el 54% afirma que el dinero no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas. El 58% considera probable que el malestar económico escale a protestas sociales o cacerolazos.

En el plano político, el 50,4% de los encuestados vería con buenos ojos una lista opositora unificada para enfrentar a Milei en las próximas elecciones. Entre los votantes opositores, el 39% cree que los espacios no oficialistas deberían unirse, mientras que el 28% propone radicalizar la crítica y la movilización callejera. Por su parte, los votantes libertarios prefieren el diálogo y la búsqueda de consensos.

Analistas advierten que el capital político del gobierno depende de mejoras económicas tangibles. Si el ajuste continúa sin alivio en los bolsillos, el descontento podría traducirse en un voto castigo al oficialismo en las elecciones de octubre. El informe concluye que, en la Argentina actual, la economía es el principal organizador del voto y cada ajuste tiene consecuencias directas en las urnas.