El ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que los proyectos de ley impulsados por la oposición en el Senado representan un riesgo significativo para la estabilidad fiscal de la Argentina. Según Caputo, la aprobación de estas iniciativas tendría un costo fiscal de 2,5 puntos del PBI, lo que pondría en jaque la meta de déficit fiscal cero, considerada el pilar del programa económico del Gobierno de Javier Milei.

En declaraciones a diversos medios, Caputo sostuvo que “el fondo de la cuestión no es ni los jubilados ni la distribución de fondos, sino romper el equilibrio fiscal, que es el ancla que hace que la Argentina sea un país estable”. El ministro acusó a la oposición y a los gobernadores de buscar desestabilizar al Gobierno y de actuar con fines electorales, a solo tres meses de las elecciones legislativas. “Ellos están queriendo mandar leyes para que al país le vaya mal, no para que le vaya bien”, afirmó.

El Senado debatirá este jueves proyectos que incluyen el aumento de las jubilaciones, la emergencia en discapacidad, la prórroga de la moratoria previsional y la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias, así como cambios en la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos. El Gobierno ya anticipó que vetará cualquier ley que comprometa el equilibrio fiscal y, de ser necesario, recurrirá a la Justicia para sostener su postura.

Caputo también se refirió a la situación de los jubilados, asegurando que durante la actual gestión recuperaron un 15% de poder adquisitivo, pese al ajuste. Además, anticipó que podría haber volatilidad en el mercado cambiario en el corto plazo, pero subrayó que la economía argentina está sólida y el Banco Central capitalizado.

El trasfondo de la disputa es el reclamo de las provincias por mayores transferencias y la reactivación de la obra pública, en un contexto de ajuste nacional. El Gobierno, por su parte, insiste en que el equilibrio fiscal es innegociable y que cualquier desviación pondría en riesgo el acuerdo con el FMI, que exige un superávit primario del 1,6% del PBI en 2025.

La confrontación política se intensifica a medida que se acercan las elecciones, con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición sobre las verdaderas intenciones detrás de los proyectos legislativos. Analistas advierten que la tensión podría traducirse en volatilidad financiera, aunque el Gobierno asegura que la economía está preparada para resistir estos embates.