Moody’s Ratings anunció este jueves la mejora de la calificación crediticia soberana de Argentina, elevándola de Caa3 a Caa1 tanto en moneda extranjera como local. La agencia justificó la decisión en las recientes reformas económicas implementadas por el gobierno y en el nuevo acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé desembolsos por USD 20.000 millones en los próximos cuatro años.

Según el comunicado de Moody’s, la liberalización de los controles cambiarios y de capital, junto con el nuevo programa con el FMI, han fortalecido la liquidez en moneda fuerte y aliviado las presiones sobre las finanzas externas del país. “La transición gradual hacia una cuenta de capital más abierta y la continua eliminación de los controles cambiarios son un primer paso hacia la sostenibilidad de los pagos externos”, señaló la calificadora. Además, destacó el proceso de desinflación y las reformas orientadas a eliminar distorsiones y atraer inversiones reales.

No obstante, Moody’s advirtió que la acumulación de reservas internacionales aún depende en gran medida de ingresos extraordinarios, como los desembolsos de organismos multilaterales, y no de un superávit externo estructural. La agencia también subrayó que persisten desafíos significativos, como la debilidad de las reservas del Banco Central y los impedimentos estructurales para la inversión, que continúan limitando el perfil crediticio soberano.

El informe de Moody’s remarcó que el nuevo acuerdo con el FMI, a diferencia de programas anteriores, no destinará los fondos a financiar el déficit fiscal, sino a sostener la balanza de pagos y fortalecer las reservas. Asimismo, la calificadora valoró el cambio en la política fiscal y monetaria, que ha permitido una recuperación económica tras varios trimestres de caída. Para 2025, se proyecta un crecimiento del PBI del 4%, aunque la agencia mantiene una perspectiva cautelosa sobre la sostenibilidad de esta recuperación.

La perspectiva de la calificación fue modificada de positiva a estable, reflejando un equilibrio entre los avances logrados y los riesgos que persisten. Moody’s advirtió que la liberalización económica podría generar tensiones macroeconómicas si no se acompaña de un ingreso genuino de divisas, y que eventuales shocks políticos podrían afectar la continuidad del programa económico. Finalmente, la agencia destacó la importancia de una acumulación sostenida de reservas y de la consolidación de las reformas para futuras mejoras en la calificación crediticia de Argentina.