La disputa por la herencia de la reconocida ensayista Beatriz Sarlo sumó en los últimos días un nuevo capítulo judicial. El viernes pasado, la Justicia ordenó un allanamiento en el departamento que Sarlo habitaba en el barrio de Caballito, Buenos Aires, donde se realizó un inventario de bienes y se procedió al cambio de cerradura. La medida fue motivada por denuncias de allegados a la escritora, quienes alertaron sobre la aparición de objetos personales de Sarlo en comercios de la ciudad y sospechas de un posible ingreso no autorizado al inmueble.

Durante el operativo, estuvieron presentes oficiales de la Policía de la Ciudad, un oficial de justicia y representantes legales de las partes involucradas. El encargado del edificio, Melanio Alberto Meza López, quien asegura ser el heredero legítimo del departamento y de la mascota de Sarlo en base a dos cartas manuscritas, presenció el procedimiento. Según fuentes judiciales, el Juzgado Civil N°24 tomó control del inmueble y dispuso la reserva del expediente, imponiendo un "bozal legal" a las partes para preservar la intimidad de la fallecida.

La sucesión de Sarlo enfrenta actualmente tres reclamos principales: el de su exmarido, el arquitecto Alberto Sato, con quien nunca se divorció; el del encargado Meza López, quien presentó un testamento ológrafo cuya validez está siendo analizada; y el de una prima materna, Ernestina Del Río, residente en Viedma, que se presentó como heredera colateral. La abogada de Del Río impugnó el testamento presentado por el encargado, argumentando que no expresa una voluntad patrimonial clara y que su lenguaje es afectivo y ambiguo.

La Cámara Civil, en tanto, ordenó recientemente reincorporar a Sato como posible heredero, tras haber sido excluido en una instancia anterior. La situación legal es compleja, ya que la ley argentina prioriza a cónyuges y descendientes en la sucesión, y los primos solo pueden heredar en ausencia de estos. La disputa, que ha captado la atención mediática por la figura pública de Sarlo y la multiplicidad de reclamos, promete prolongarse mientras la Justicia analiza la autenticidad de los documentos y define los derechos de cada parte.

Expertos en derecho sucesorio consultados por los medios señalan que el caso podría sentar precedentes sobre la interpretación de testamentos informales y la participación de herederos colaterales en sucesiones de figuras públicas. Por el momento, el patrimonio de Sarlo permanece bajo custodia judicial, a la espera de una resolución definitiva.