La ola polar que atraviesa Argentina ha desencadenado una crisis energética sin precedentes, con cortes de gas natural y GNC que afectan a hogares, industrias y el transporte en varias regiones del país. Según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), el consumo de gas natural superó los 100 millones de metros cúbicos diarios, un 25% más que el año anterior, llevando al sistema al límite de su capacidad.

El Gobierno nacional, junto a empresas transportistas y distribuidoras, conformó un Comité de Crisis para coordinar medidas de emergencia. Se priorizó el abastecimiento a usuarios residenciales, hospitales y escuelas, mientras que se interrumpió el suministro a industrias y estaciones de GNC en Buenos Aires, Mendoza, Cuyo y otras provincias. En Mar del Plata, la distribuidora Camuzzi reportó que cerca de 1.000 usuarios residenciales sufrieron cortes, iniciando un operativo de reconexión casa por casa para restablecer el servicio de manera segura. “El sistema que abastece a la ciudad no recibió los volúmenes ni la presión necesarios para un servicio normal, producto de un sistema energético nacional altamente exigido por la ola de frío”, explicó la empresa.

La suspensión del suministro de GNC, extendida por 48 horas, generó malestar entre operadores y usuarios del sector, especialmente en el transporte público. Marcelo Zanoni, presidente de la Cámara de GNC, denunció la falta de aviso y calificó la medida como “arbitraria”. En La Plata, la restricción impactó en taxis y remises, mientras que en Mar del Plata se suspendieron clases y actividades no esenciales para priorizar servicios críticos.

Expertos y empresarios del sector energético advierten que la crisis expone problemas estructurales: infraestructura insuficiente, desinversión, atraso tarifario y dificultades para importar energía. Además, fallas técnicas en yacimientos de Vaca Muerta y en el gasoducto Perito Moreno redujeron la capacidad operativa, agravando la situación. “El problema está en cabeza de la producción de gas”, señaló el periodista especializado Nicolás Gandini.

El Gobierno enfrenta críticas por la gestión de la crisis y la falta de comunicación, mientras que usuarios afectados reclaman soluciones y mayor información. La situación pone de manifiesto la urgencia de inversiones para garantizar la seguridad y estabilidad del sistema energético argentino, especialmente ante eventos climáticos extremos que, según especialistas, son previsibles en esta época del año.