Trabajadores despedidos de la fábrica de golosinas Georgalos protagonizaron este martes una protesta en la Autopista Panamericana, a la altura de Victoria, que derivó en un corte total del tránsito durante aproximadamente diez minutos. La manifestación, que comenzó a las 6 de la mañana frente a la planta ubicada en la calle Uruguay, fue rápidamente desalojada por efectivos de la Gendarmería Nacional, quienes intervinieron para liberar la circulación vehicular.

El motivo central de la protesta fue el despido de cinco empleados tras su participación en un paro convocado por el Sindicato de la Alimentación (STIA), en el marco de un conflicto laboral que se extiende desde hace un mes. Los manifestantes acusan a la empresa de prácticas antisindicales y de no respetar la conciliación obligatoria dictada por las autoridades laborales. “La empresa viola el derecho a huelga y no cumple la conciliación obligatoria”, denunciaron los trabajadores, quienes contaron con el apoyo de sindicatos, movimientos sociales y diputados nacionales de izquierda.

Por su parte, la empresa Georgalos emitió un comunicado en el que sostiene que los despidos se debieron a “actos de sabotaje en la planta industrial de Victoria”, y que los empleados desvinculados fueron formalmente denunciados ante la Justicia. “En cumplimiento de la ley y tras identificarlos como responsables, cinco trabajadores fueron desvinculados por conductas que atentaron contra la integridad de la compañía y de su equipo humano”, expresó la firma, rechazando el reclamo gremial y calificando las protestas como “extorsivas”.

Durante el operativo de desalojo, se registraron momentos de tensión, empujones y el uso de gas pimienta por parte de las fuerzas federales. Algunos manifestantes resultaron con heridas leves, según denunciaron los organizadores. Tras la intervención de Gendarmería, el tránsito fue restablecido, aunque persistieron demoras en la zona.

El conflicto en Georgalos se originó por cambios en la organización del trabajo en el área de chocolates, que incluyeron la reducción de personal y el aumento de la producción, lo que generó sobrecarga laboral y motivó la convocatoria a paros. La falta de acuerdo en la mesa de negociación y el desconocimiento de la conciliación obligatoria por parte de la empresa han mantenido el conflicto abierto, con nuevas protestas previstas en los próximos días. El Ministerio de Trabajo bonaerense ha sido criticado por su escasa intervención en el caso, mientras los trabajadores insisten en la reincorporación de los despedidos y el respeto a los derechos sindicales.