Un trágico accidente ocurrido el viernes 28 de noviembre en el barrio porteño de Monserrat conmocionó a la ciudad de Buenos Aires. Dos jóvenes, Valentina García y Maite Garmendia, de 18 y 19 años respectivamente, perdieron la vida tras ser embestidas por una camioneta Volkswagen Amarok azul que circulaba a alta velocidad por la avenida Huergo, en el límite con Puerto Madero. El hecho se produjo entre las 21.45 y las 22.15, cuando el vehículo impactó violentamente contra el automóvil Citroën C3 en el que viajaban las víctimas.

El conductor de la camioneta, identificado como C.A.O., de 47 años, acumulaba 25 infracciones de tránsito, la mayoría por exceso de velocidad. Tras el accidente, fue detenido y liberado apenas 48 horas después, lo que generó indignación entre los familiares de las víctimas y la comunidad. La causa fue caratulada como doble homicidio culposo y lesiones, aunque los familiares reclaman que se considere homicidio con dolo debido al nivel de imprudencia demostrado.

Alejandro García, padre de Valentina, expresó su dolor y cuestionó la respuesta judicial: “Esta camioneta, ese día, a esa hora y en ese lugar, nunca tendría que haber estado. Esto va a quedar en otro homicidio más en la ciudad de Buenos Aires”. García también denunció demoras en la comunicación de la fiscalía y dificultades para acceder a imágenes de cámaras de seguridad que permitan esclarecer el hecho. “El Gobierno de la ciudad dice que está minado de cámaras, pero todavía no están”, lamentó.

El accidente puso en evidencia las falencias del sistema de control de infracciones, ya que conductores con decenas de faltas pueden seguir circulando hasta renovar el registro. La familia García atraviesa un profundo duelo y reclama cambios urgentes en la legislación para evitar que tragedias similares se repitan.

La Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°2, a cargo de Santiago Vismara, solicitó la colaboración de testigos que hayan estado presentes en la zona entre las 21.45 y las 22.15 para aportar información relevante. El caso reavivó el debate sobre la seguridad vial y la necesidad de reformas legales que garanticen mayor control sobre los infractores reincidentes, mientras la sociedad y los medios expresan su indignación por la rápida excarcelación del conductor y la falta de respuestas claras.