En una muestra de unidad sin precedentes, los 24 gobernadores de Argentina, junto al jefe de Gobierno porteño, elevaron un reclamo conjunto al presidente Javier Milei para exigir la restitución de fondos coparticipables y la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles. La iniciativa, consensuada en una cumbre celebrada en el Consejo Federal de Inversiones, responde a la retención de más de un billón de pesos por parte de la administración nacional en el último año, según denuncian las provincias.

El proyecto de ley impulsado por los mandatarios provinciales busca eliminar la discrecionalidad en el reparto de estos fondos, considerados vitales para el financiamiento local y la ejecución de obras públicas. "El camino está claro: avanzar sobre los recursos que la Nación se queda, empezando por los ATN y el Impuesto a los Combustibles", afirmaron voceros de los gobernadores. La propuesta cuenta con el respaldo de todas las fuerzas políticas, incluidas aquellas que hasta ahora mantenían una relación de cooperación con el gobierno nacional.

La respuesta de la Casa Rosada fue inmediata y contundente. El presidente Milei descalificó públicamente a los gobernadores y advirtió que vetará cualquier ley que comprometa el equilibrio fiscal. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió la retención de fondos como una medida necesaria para sostener el superávit. "No podemos darles la plata y mantener nosotros las rutas", argumentaron desde el Ministerio de Economía.

El conflicto se produce en un contexto de fuerte ajuste fiscal, caída de la recaudación y parálisis de la obra pública, lo que ha generado una crisis financiera en las provincias. Los gobernadores sostienen que la medida no implica un costo fiscal adicional para la Nación y que los recursos les corresponden por ley. Analistas advierten que la tensión podría escalar y afectar la gobernabilidad, mientras algunos mandatarios evalúan recurrir a la Corte Suprema si no se alcanza un acuerdo político.

La disputa por la coparticipación federal, histórica en la política argentina, adquiere así una nueva dimensión, con un frente provincial unido y decidido a avanzar en el Congreso, incluso ante la amenaza de un veto presidencial. El desenlace de este conflicto marcará el rumbo de la relación entre Nación y provincias en la segunda mitad del mandato de Milei.