El hallazgo de dos mujeres muertas en un departamento del barrio porteño de Saavedra conmocionó a la comunidad y mantiene en vilo a los investigadores. El hecho ocurrió el sábado por la tarde, cuando Fernando, hijo de la mayor de las víctimas, alertó al 911 tras varios días sin poder comunicarse con su madre y su hermana. Al llegar al edificio de Crisólogo Larralde al 3300, efectivos de la Policía de la Ciudad, Bomberos y personal del SAME ingresaron al departamento y confirmaron que ambas mujeres, de 78 y 44 años, se encontraban sin vida.

Según informaron fuentes policiales y judiciales, no se detectaron signos de violencia en los cuerpos ni faltantes en la vivienda. Inicialmente, se barajó la hipótesis de una posible intoxicación por monóxido de carbono, una causa frecuente de muertes en invierno, pero las pericias de Metrogas y la Oficina de Siniestros descartaron esta posibilidad. "No había presencia de monóxido de carbono ni indicios de fuga de gas", confirmaron los peritos.

El departamento presentaba un alto nivel de desorden y acumulación de objetos, lo que llevó a los investigadores a señalar que ambas mujeres eran acumuladoras compulsivas. Una de las víctimas, la madre, estaba postrada por una operación de cadera y dependía del cuidado de su hija. "Eran personas de bajo perfil, casi no salían y tenían poco contacto con los vecinos", relató una vecina.

Las autoridades indicaron que una de las mujeres habría fallecido antes que la otra, aunque aún se esperan los resultados forenses para determinar las causas exactas de los decesos. El caso generó conmoción entre los residentes del edificio, quienes observaron durante horas el trabajo de la Policía Científica y el personal forense.

En un contexto donde las intoxicaciones por monóxido de carbono han aumentado en la ciudad, este caso resalta la importancia de la prevención, aunque en esta oportunidad la causa fue descartada. Por el momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis y continúan analizando las circunstancias del trágico suceso, que sigue siendo un misterio para la comunidad de Saavedra.