Ocho de las principales petroleras que operan en Argentina, lideradas por YPF, anunciaron la obtención de un préstamo sindicado internacional por USD 2.000 millones para financiar la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS). Esta operación, considerada la mayor en la historia del país para infraestructura privada, permitirá aumentar significativamente la capacidad exportadora de petróleo argentino.

El consorcio VMOS S.A., conformado por YPF, Pluspetrol, Pan American Energy, Pampa Energía, Vista, Chevron, Shell y Tecpetrol, junto a Gas y Petróleo del Neuquén, logró el financiamiento a través de un grupo de 14 bancos e inversores internacionales, liderados por Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander. El préstamo, a cinco años y con una tasa SOFR más 5,5%, cubrirá el 70% del capital necesario para la obra, mientras que el 30% restante será aportado por los socios.

El Oleoducto Vaca Muerta Sur conectará la ciudad de Allen, en Río Negro, con una terminal portuaria de exportación en Punta Colorada. El proyecto contempla también la construcción de plantas compresoras, una terminal marítima y una playa de almacenamiento, con el objetivo de optimizar la logística de exportación del petróleo producido en la cuenca neuquina. Según el cronograma oficial, el sistema comenzará a operar a fines de 2026 con una capacidad inicial de 180.000 barriles diarios, que se incrementará hasta 550.000 barriles diarios en 2027.

La obra, que ya se encuentra en ejecución, es vista como un paso clave para liberar el potencial exportador de Vaca Muerta y transformar a Argentina en un actor relevante en el mercado energético global. "Esta iniciativa estratégica permitirá liberar todo el potencial exportador de petróleo del país", destacó YPF en un comunicado. Además, la infraestructura promete reducir costos logísticos y mejorar la competitividad frente a otros productores internacionales.

El financiamiento se produce en un contexto de litigios internacionales por la expropiación de YPF y de ajustes macroeconómicos impulsados por el gobierno nacional. La adhesión del proyecto al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) otorga beneficios fiscales y cambiarios, facilitando la inversión y el repago del crédito con ingresos por exportaciones. Analistas y empresas coinciden en que la obra tendrá un impacto positivo en la balanza comercial, la generación de divisas y el empleo en la región patagónica, consolidando a Vaca Muerta como motor de crecimiento para la economía argentina.