El presidente Javier Milei encabezó este jueves el lanzamiento de la campaña electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, en un acto realizado en el salón Vonharv de La Plata que reunió a más de 1.200 dirigentes y militantes. El evento, que contó con la presencia de gran parte del gabinete nacional, marcó el inicio de una estrategia de fuerte polarización con el kirchnerismo y el gobernador Axel Kicillof, a quien Milei dedicó la mayor parte de sus críticas y descalificaciones.

Durante su discurso, Milei calificó a Kicillof como "pichón de Stalin" y "monarca diminuto", y presentó la contienda electoral como una batalla entre "kirchnerismo o libertad". "El enemigo ha sido identificado y los términos de la batalla han sido definidos. Servimos a una causa mucho más grande que nosotros mismos y el bien, tarde o temprano, prevalece ante el mal", afirmó el mandatario, quien también arremetió contra el PRO y destacó la necesidad de "limpiar" la provincia de Buenos Aires replicando el modelo de ajuste estatal aplicado a nivel nacional.

El acto sirvió para mostrar unidad dentro de LLA, con el respaldo explícito a José Luis Espert como figura central en la provincia y la participación de ministros como Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger y Luis Caputo. Los funcionarios defendieron las políticas de ajuste y reducción del Estado, y presentaron propuestas en áreas como seguridad, salud y economía, basadas en encuestas realizadas en los 135 municipios bonaerenses.

El evento también dejó en evidencia las tensiones internas en LLA y las negociaciones abiertas con el PRO para la conformación de listas. Mientras tanto, sectores opositores y sindicales realizaron protestas en las inmediaciones del acto, manifestándose en contra de los recortes y el "plan motosierra" impulsado por el oficialismo.

La provincia de Buenos Aires, principal bastión electoral del peronismo, se perfila como el escenario clave de la disputa política de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre y las nacionales del 26 de octubre. El oficialismo busca consolidar su estructura y diferenciarse tanto del kirchnerismo como del PRO, en un contexto de alta polarización y expectativas de una campaña intensa y confrontativa.