El fenómeno climático conocido como "El Niño" podría tener un impacto significativo en el clima de Argentina durante el invierno de 2025, según informes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Aunque las condiciones actuales del fenómeno ENSO (El Niño-Oscilación del Sur) se mantienen en una fase neutral, se anticipan variaciones importantes en las lluvias y temperaturas a lo largo del país.

El SMN ha pronosticado lluvias superiores a lo normal en regiones como el sur del Litoral, el este de Salta, Córdoba y Buenos Aires. En contraste, se espera un déficit hídrico en el sur de Cuyo y la Patagonia oriental. Estas condiciones podrían beneficiar a los cultivos en algunas áreas, pero también generar problemas como anegamientos en otras.

En cuanto a las temperaturas, se prevé que sean más cálidas de lo habitual en gran parte del territorio nacional. En la región de la Patagonia, por ejemplo, la probabilidad de temperaturas superiores a la norma alcanza hasta un 50%. Estas anomalías térmicas podrían moderar las temperaturas extremas en comparación con inviernos anteriores.

José Luis Stella, climatólogo del SMN, aclaró que "no se está registrando el fenómeno de El Niño ni el de La Niña este invierno". Sin embargo, enfatizó que no se descartan eventos climáticos extremos, como temporales o inundaciones repentinas, que podrían ocurrir de manera puntual.

El Niño es un fenómeno climático global que se caracteriza por el calentamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, lo que altera los patrones meteorológicos en diversas partes del mundo. En Sudamérica, suele asociarse con lluvias intensas y temperaturas más altas. Aunque actualmente las condiciones son neutras, con un 73% de probabilidad de que esta fase persista hasta agosto, el SMN recomienda mantenerse alerta y seguir los informes meteorológicos regulares.

El impacto de estas condiciones climáticas también se sentirá en el sector agrícola. Mientras que las lluvias podrían ser beneficiosas para los cultivos en la región pampeana, el déficit hídrico en Cuyo y Patagonia podría afectar negativamente a las actividades productivas. Además, las temperaturas más cálidas podrían alterar los ciclos de crecimiento de ciertos cultivos.

En resumen, aunque el fenómeno de El Niño no está plenamente activo, su influencia indirecta, combinada con la variabilidad natural del clima, plantea un panorama invernal complejo para Argentina. Las autoridades meteorológicas instan a la población y a los sectores productivos a mantenerse informados y preparados para posibles eventualidades.