El próximo viernes 26 de septiembre, Argentina celebrará el Día del Empleado de Comercio, una fecha que implica el cierre de supermercados, shoppings y grandes comercios en todo el país. Esta jornada, establecida por la Ley 26.541 en 2009, reconoce los derechos laborales de los trabajadores del sector comercial, quienes gozan de los mismos beneficios que en cualquier feriado nacional.

La paralización comercial afectará principalmente a las grandes cadenas y centros comerciales, mientras que los comercios de barrio atendidos por sus propios dueños o familiares podrán decidir si abren o no. La medida busca garantizar una jornada de descanso y celebración para los empleados de comercio, en reconocimiento a su labor cotidiana.

En años anteriores, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y las cámaras empresarias han acordado trasladar la celebración al lunes siguiente, con el objetivo de fomentar un fin de semana largo y promover el turismo interno. Para 2025, aunque la posibilidad de traslado existe, la fecha original cae viernes, lo que ya genera un fin de semana largo para muchos trabajadores. La decisión final dependerá de los acuerdos entre FAECYS y las cámaras empresarias.

El impacto en los consumidores será significativo, ya que la mayoría de los grandes puntos de venta estarán inactivos durante 24 horas. Por ello, se recomienda planificar las compras con anticipación o recurrir a los comercios de cercanía que permanezcan abiertos. En localidades como Villa Carlos Paz, el Centro de Empleados de Comercio organizará un festejo especial el domingo 28 de septiembre, convocando a afiliados y familias a compartir una jornada de encuentro y recreación.

La conmemoración del Día del Empleado de Comercio recuerda también la fundación de FAECYS en 1945, organización clave en la defensa de los derechos del sector. El cierre masivo de comercios es una muestra del alcance de la normativa y del reconocimiento social hacia los trabajadores de comercio, quienes cada año reciben este homenaje en todo el país. Las implicaciones futuras dependerán de los acuerdos sindicales y empresariales, así como de la respuesta de los consumidores y pequeños comerciantes.