Una intensa ola polar ha impactado la provincia de Mendoza, Argentina, trayendo consigo lluvias, granizo y un marcado descenso de temperaturas. Este fenómeno, conocido como "bomba polar", comenzó a manifestarse el lunes por la tarde con lluvias y granizo en diversas zonas, incluyendo Luján, Maipú y Rivadavia. Durante la noche, el frente frío se intensificó, generando nevadas en Malargüe, el Valle de Uco y áreas de precordillera cercanas a la Ciudad de Mendoza.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla para gran parte de la provincia, advirtiendo sobre lluvias, nevadas y vientos fuertes. Según el meteorólogo Fernando Jara, "este sistema de baja presión asociado a un frente frío incrementa las probabilidades de nevadas tanto en el llano como en la cordillera". Las temperaturas han descendido drásticamente, con mínimas de 0°C y máximas que no superan los 8°C.

El fenómeno también ha tenido un impacto significativo en la infraestructura. El Paso Cristo Redentor, que conecta Argentina con Chile, permanece cerrado debido a las intensas nevadas, mientras que varias calles en zonas urbanas quedaron anegadas por el granizo y la lluvia. Las autoridades han recomendado precaución al transitar por las rutas y han instado a los ciudadanos a mantenerse informados sobre las condiciones climáticas.

Este tipo de eventos extremos, aunque inusuales para el mes de mayo, subrayan la creciente influencia del cambio climático en los patrones meteorológicos. En años recientes, fenómenos similares han afectado a la región, destacando la necesidad de políticas públicas orientadas a la prevención y mitigación de riesgos.

Se espera que las condiciones climáticas comiencen a mejorar a partir del miércoles, con cielos despejados y un leve ascenso de las temperaturas. Sin embargo, las mínimas seguirán siendo bajas, alcanzando los -2°C, y se anticipan heladas parciales en zonas cultivadas. Para el jueves, se prevé un clima más estable, aunque aún frío, con máximas de hasta 15°C.

La "bomba polar" no solo ha afectado a Mendoza, sino también a otras provincias argentinas, marcando un descenso térmico generalizado en el país. Este fenómeno ha puesto en evidencia la importancia de estar preparados para enfrentar condiciones climáticas extremas, especialmente en un contexto de cambio climático global.