El Gobierno argentino enfrenta una semana decisiva en materia económica, marcada por el pago de cerca de 4.300 millones de dólares en bonos Bonares y Globales, mientras continúa la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas. Este pago, que se realiza en un contexto de reservas netas negativas y presión sobre el tipo de cambio, pone en evidencia la fragilidad de la situación financiera del país.

La administración de Javier Milei solicitó al FMI un "waiver" o dispensa para evitar sanciones y destrabar un desembolso de 2.000 millones de dólares, clave para reforzar las reservas del Banco Central. Sin embargo, la revisión del acuerdo aún no ha concluido y podría demorarse hasta septiembre debido al receso estival del organismo. "El ritmo de acumulación de reservas sigue siendo modesto y está lejos de alcanzar la meta comprometida", señalaron analistas de LCG, advirtiendo que esto representa un lastre para la baja del riesgo país y el acceso a los mercados internacionales.

El pago de deuda, programado para el 9 de julio, incluye 1.694 millones de dólares en bonos Bonares bajo legislación argentina y 2.649 millones en Globales bajo legislación de Nueva York. Una parte de estos pagos quedará en el sistema local, pero el impacto sobre las reservas es significativo. Según estimaciones de Adcap, el nivel óptimo de reservas para Argentina debería situarse entre 57.800 y 78.700 millones de dólares, mientras que el stock actual cubre solo entre el 36% y el 49% de ese rango.

El déficit de cuenta corriente, que alcanzó 5.100 millones de dólares en la primera mitad del año, y la salida de divisas por turismo y pagos de deuda, complican aún más la acumulación de reservas. A pesar de que el Gobierno logró un superávit fiscal primario superior a la meta, la falta de dólares sigue siendo el principal desafío.

El FMI ha reconocido los avances en materia fiscal, pero mantiene reservas sobre la capacidad de Argentina para cumplir con las metas de acumulación de divisas. Analistas internacionales, como JP Morgan, han recomendado reducir la exposición a activos argentinos ante la persistente incertidumbre. El Gobierno, por su parte, confía en la aprobación del waiver y en la llegada de nuevos desembolsos, aunque el mercado permanece atento a la evolución de las reservas y el riesgo país. El desenlace de estas negociaciones será clave para la estabilidad financiera y el acceso a los mercados en los próximos meses.