El proyecto de Presupuesto 2026 de la provincia de Río Negro fue presentado en la Legislatura con la participación inédita de casi todo el gabinete provincial, en una sesión que se extendió por más de diez horas. El plan, que prevé gastos por $3,3 billones, representa un incremento del 34% respecto al año anterior y busca mostrar equilibrio fiscal, con un superávit financiero estimado en $14.960 millones y un resultado primario de $69.485 millones.

Según expuso el ministro de Hacienda, Gabriel Sánchez, el presupuesto fue elaborado bajo las pautas macroeconómicas nacionales, con una proyección inflacionaria del 10% y un tipo de cambio de referencia de $1.423. El 47% del gasto total se destina a servicios sociales, con un fuerte énfasis en educación (37%) y salud, mientras que el resto se reparte entre infraestructura, seguridad y otros rubros.

Uno de los ejes centrales del debate fue la reducción del 60% en la alícuota de Ingresos Brutos para las actividades de energía y gas, que pasará del 2,5% al 1%. Esta medida, defendida por el titular de la Agencia de Recaudación, Alejandro Palmieri, busca aliviar la carga sobre usuarios y el sector productivo, aunque implicará una merma de $6.300 millones anuales en la recaudación provincial.

En materia de impuestos, el proyecto mantiene topes de incremento del 25% para el inmobiliario y el automotor, revisa exenciones para inmuebles estatales y prevé facilidades de pago para regularizar mejoras no declaradas. Además, se contempla financiamiento externo para obras de infraestructura y la modernización administrativa del Estado.

El debate estuvo marcado por cuestionamientos de la oposición y de sindicatos, especialmente del sector salud. La Asociación Sindical de Salud Pública (ASSPUR) advirtió sobre un "ajuste brutal" en el área, señalando la falta de recursos humanos y el congelamiento salarial desde octubre. "Si hacés hospitales pero no tenés médicos, todo es derivado a los de mayor complejidad. ¿Cuál es la política de Estado para resolver estas cuestiones?", planteó Marisa Albano, secretaria gremial de ASSPUR.

El oficialismo, por su parte, defendió el presupuesto como una herramienta para sostener la inversión social y el orden fiscal, destacando la reducción de la deuda provincial y la apuesta por proyectos estratégicos en minería e hidrocarburos. El debate continuará en comisiones, donde se espera que se definan los detalles finales antes de la votación en el recinto.

El tratamiento del presupuesto 2026 se da en un contexto nacional de ajuste fiscal y paralización de obras, lo que condiciona la planificación provincial y genera tensiones entre el Ejecutivo, la oposición y los sectores sindicales. Las próximas semanas serán clave para determinar el alcance de las políticas públicas y el impacto en los servicios esenciales de Río Negro.