Las elecciones legislativas de 2025 en Argentina presentan un escenario marcado por la irrupción de figuras del espectáculo y el deporte en la arena política. Personalidades como Virginia Gallardo, reconocida vedette y panelista, encabezan listas de candidatos en partidos como La Libertad Avanza, que apuesta por la renovación y la lealtad a su líder, el presidente Javier Milei. Gallardo, quien ha manifestado públicamente su afinidad con Milei y recibió clases de economía de él, buscará una banca como diputada nacional por Corrientes.

A este fenómeno se suman otros nombres del mundo mediático y deportivo, como Jorge Porcel Jr., candidato por el Movimiento Plural; Turco García, exfutbolista que se postula por el Partido Integrar en la ciudad de Buenos Aires; Karina Reichardt, exconductora y modelo, candidata a diputada provincial en la lista de José Luis Espert; y Laura Soldano, exmodelo e influencer fitness, segunda candidata a diputada nacional por Córdoba en La Libertad Avanza. Estas candidaturas reflejan la estrategia de los partidos de captar votantes desencantados con la dirigencia tradicional, apostando por perfiles ajenos a la política convencional.

La oficialización de las listas para las elecciones del 26 de octubre ha generado un intenso debate sobre el papel de los "outsiders" en el Congreso. Mientras algunos sectores celebran la llegada de figuras frescas y mediáticas como una oportunidad de renovación, otros cuestionan la falta de experiencia y el posible uso de la fama para atraer votos. Sebastián Pareja, armador de listas de La Libertad Avanza, subrayó que "la lealtad y la obediencia al presidente Milei son los únicos requisitos para ocupar una banca", dejando en claro la prioridad ideológica sobre el currículum político.

Virginia Gallardo, por su parte, ha sido protagonista de debates mediáticos y cruces con figuras como Axel Kicillof y Lilita Carrió, lo que la posiciona como una candidata con visibilidad y capacidad de generar discusión pública. El fenómeno de famosos en política no es nuevo en Argentina, pero se intensifica en cada ciclo electoral, reflejando la fragmentación y la búsqueda de nuevos perfiles para renovar el Congreso. Las reacciones ante este fenómeno son diversas, desde el apoyo por la posibilidad de cambio hasta críticas por la falta de preparación política de los candidatos.

En este contexto, las elecciones de 2025 se perfilan como un escenario donde la política y el espectáculo se entrelazan, y donde la capacidad de los nuevos candidatos para sostener una línea ideológica y responder a las demandas ciudadanas será puesta a prueba.