Una falla en la fabricación de pasaportes argentinos, atribuida a una tinta de seguridad defectuosa provista por una empresa alemana, ha afectado a miles de ciudadanos y generado un operativo de emergencia a nivel nacional. El Registro Nacional de las Personas (Renaper) informó que entre 5.000 y hasta 250.000 documentos podrían estar comprometidos, aunque no todos presentan el defecto. El problema, invisible al ojo humano, impide que los pasaportes sean leídos correctamente por los escáneres de migraciones, lo que ha provocado largas filas y demoras en los principales centros de documentación y aeropuertos del país.

Para atender la situación, el Renaper habilitó la reposición gratuita y la verificación exprés de los pasaportes afectados en los Centros de Documentación de Palermo y Vicente López, así como en el aeropuerto de Rosario. Además, se implementó un chatbot oficial para que los ciudadanos puedan consultar rápidamente si su documento está dentro de las series comprometidas. El trámite de reposición puede demorar entre dos y seis horas, dependiendo de la demanda, y se recomienda a quienes tengan un viaje programado en los próximos siete días que realicen la verificación con antelación.

El gobierno aseguró que los pasaportes defectuosos son legalmente válidos y que, en caso de detectarse una anomalía en los controles migratorios, se deja constancia para garantizar el tránsito del ciudadano. Sin embargo, quienes tengan visas vigentes deberán portar ambos pasaportes hasta que se complete la reposición.

El incidente ha generado críticas de legisladores y usuarios, quienes señalan la falta de previsión y la improvisación en la respuesta estatal. Diputados socialistas presentaron un pedido de informes al Renaper para esclarecer el alcance del problema y las medidas adoptadas. Por su parte, sindicatos y expertos advierten que la transición de la producción de pasaportes desde Casa de Moneda a Renaper, en el marco de un proceso de ajuste y desregulación, habría impactado negativamente en la calidad y seguridad de los documentos.

El caso se suma a otros episodios recientes que ponen en cuestión la capacidad del Estado para garantizar servicios esenciales, y ha reavivado el debate sobre la gestión pública y la modernización administrativa. Mientras tanto, el Renaper sostiene que la situación ya fue resuelta y que la emisión de pasaportes opera con normalidad.