La provincia de Santa Fe instaló en los últimos días carteles en rutas nacionales que advierten sobre el mal estado de las vías y señalan que el mantenimiento corresponde al Gobierno nacional. Esta medida, confirmada por voceros de la administración de Maximiliano Pullaro, busca visibilizar la responsabilidad de la Nación en el contexto de una creciente disputa por la falta de inversión en infraestructura vial.

El conflicto se intensificó tras la decisión del presidente Javier Milei de disolver Vialidad Nacional, el organismo encargado históricamente del mantenimiento de la red vial federal. Según la Cámara Argentina de la Construcción, siete de cada diez rutas nacionales se encuentran en estado malo o regular, una situación que, según su titular Gustavo Weiss, "pone en juego vidas humanas" y afecta la producción y la logística en todo el país.

Desde la provincia de Santa Fe, el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, denunció un "abandono muy grande y notorio" de las rutas nacionales y criticó la falta de respuesta del Ejecutivo nacional a los pedidos de transferencia de las vías para que la provincia pueda intervenir. "Les importa un bledo lo que pase en el interior con las rutas", afirmó Enrico, quien también señaló que el dinero recaudado por el impuesto a los combustibles no se destina al mantenimiento vial.

El Gobierno nacional, por su parte, sostiene que la obra pública era un foco de corrupción y prioriza el déficit cero, por lo que ha reducido significativamente la inversión en infraestructura. El plan oficial contempla concesionar cerca del 20% de las rutas más transitadas y tercerizar el resto, aunque empresarios del sector advierten que la mayoría de las rutas no son rentables para el sector privado y podrían quedar sin el mantenimiento necesario.

La situación ha generado preocupación entre gobernadores de varias provincias, quienes reclaman mayor participación en la gestión de las rutas y advierten sobre el impacto en la seguridad vial y la economía regional. Mientras tanto, la provincia de Santa Fe continúa destinando fondos propios para reparar rutas provinciales y solicita la cesión de las nacionales para evitar que "el activo vial se pierda". El debate sobre la infraestructura vial y la distribución de fondos federales sigue abierto, con consecuencias directas para la vida cotidiana y la producción en todo el país.