El PRO y La Libertad Avanza (LLA) formalizaron una alianza electoral en la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de enfrentar al peronismo en las elecciones legislativas del 7 de septiembre. El acuerdo, sellado en el Hotel Libertador, reunió a figuras clave de ambos espacios, entre ellas Karina Milei, Cristian Ritondo, Sebastián Pareja, Diego Santilli y Guillermo Montenegro. La nueva coalición, denominada Frente La Libertad Avanza, integra a la mayoría de los intendentes del PRO, aunque persisten dudas sobre la participación de algunos jefes comunales, como Pablo Petrecca, Diego Reyes, María José Gentile y Javier Martínez, quienes aún no lograron acuerdos definitivos con los referentes libertarios en sus regiones.

Las negociaciones para la conformación del frente estuvieron marcadas por tensiones internas, especialmente entre los intendentes alineados con Jorge Macri, quienes inicialmente resistieron la convergencia con LLA. Finalmente, la mayoría aceptó sumarse al acuerdo, que fue presentado ante la Justicia electoral y validado legalmente. "La participación de nuestros intendentes fortalece un espacio que nace como respuesta al reclamo de cambio profundo que millones de bonaerenses expresan día a día", afirmó Cristian Ritondo, presidente del PRO bonaerense. Por su parte, Karina Milei destacó "la grandeza" de los dirigentes del PRO por dejar de lado intereses particulares y unir fuerzas contra el kirchnerismo, al que definió como "el verdadero enemigo".

El PRO aporta experiencia de gestión y equipos consolidados, mientras LLA suma la fuerza de las nuevas mayorías. El acuerdo busca evitar la dispersión opositora que en elecciones anteriores favoreció al oficialismo provincial, ahora agrupado bajo la alianza Fuerza Patria, con referentes como Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa. El anuncio coincidió con el aniversario de la Independencia, reforzando el mensaje de cambio y unidad.

Sin embargo, algunos intendentes expresaron reservas sobre la cesión de control en sus distritos y la definición de listas, lo que podría generar desafíos en la etapa de cierre de candidaturas. Sectores disidentes, como parte del radicalismo y otros partidos, exploran alternativas fuera del nuevo frente. El acuerdo genera expectativas sobre el impacto en el electorado bonaerense y plantea interrogantes sobre la consolidación de liderazgos locales y la capacidad de la nueva coalición para enfrentar al peronismo en su principal bastión.