Estela González, una mujer residente en el barrio Nueva Esperanza de Santa Fe, permanece internada en terapia intensiva en el hospital Iturraspe tras haber sido baleada por su expareja, el policía César Muga. El ataque ocurrió el pasado 1 de agosto, cuando Muga ingresó a la vivienda familiar y disparó tres veces contra González, quien se encontraba durmiendo en la habitación matrimonial. Uno de los disparos le provocó graves lesiones en el abdomen, afectando varios órganos vitales.

Según relató Cecilia, la hija mayor de la víctima, "mi mamá entró grave, un disparo le lesionó el estómago y muchos órganos importantes, lograron sacarla de ese cuadro y estamos muy agradecidos. Después tuvo otras complicaciones no vinculadas con eso, por ejemplo, tuvo un paro porque se había tapado el tubo y nadie lo había controlado". La familia denuncia que, además de la gravedad del hecho, han enfrentado dificultades en la atención hospitalaria, señalando falta de empatía y problemas en la comunicación médica.

Tras el ataque, Muga se atrincheró en la vivienda y disparó contra el personal policial que acudió al lugar, impactando en los escudos de los agentes. El fiscal Roberto Olcese, a cargo de la investigación, indicó que el hecho se inscribe en un contexto de violencia física y psicológica ejercida por Muga sobre González. El policía fue imputado por intento de femicidio agravado, atentado y resistencia a la autoridad, y permanece detenido bajo prisión preventiva.

La familia de González, compuesta por cinco hijos, atraviesa el proceso sin contención institucional y reclama explicaciones sobre las complicaciones médicas sufridas por la víctima. "Yo llevé una persona neurológicamente sana al hospital y hoy el informe que me dan es que no tiene respuesta cerebral", expresó Cecilia, quien espera nuevos estudios para conocer el estado de salud de su madre.

El caso ha generado preocupación en la comunidad santafesina y pone en foco la problemática de la violencia de género y el uso de armas por parte de fuerzas de seguridad. Las autoridades continúan investigando el hecho, mientras la familia aguarda avances médicos y judiciales.