En las últimas semanas, el gobierno de Javier Milei ha enfrentado una serie de tensiones internas que han puesto en evidencia las divisiones dentro de su partido, La Libertad Avanza (LLA). Estas disputas involucran a figuras clave como Karina Milei, hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia, y Santiago Caputo, asesor presidencial y estratega político. Las diferencias entre ambos se centran en la estrategia electoral y el manejo de recursos públicos, lo que ha generado un clima de incertidumbre en el oficialismo.

Una reunión reciente entre Karina Milei y Santiago Caputo buscó abordar estas tensiones, pero las diferencias persisten. Mientras Karina y su equipo, liderado por los primos Menem, abogan por una participación activa en todas las elecciones locales, Caputo ha advertido sobre los riesgos de desgastar la marca del partido en comicios menores. Además, las acusaciones de corrupción en delegaciones del PAMI y otras instituciones públicas han intensificado las disputas internas. Estas denuncias incluyen el uso indebido de recursos y pedidos de retornos en delegaciones provinciales, lo que ha llevado al gobierno a anunciar auditorías internas.

Las tensiones también se han trasladado a las redes sociales, donde las facciones dentro del partido han intercambiado acusaciones y críticas. En este contexto, la figura de Santiago Caputo ha sido especialmente controvertida. Su reciente gesto intimidante hacia un fotógrafo durante un debate político ha generado repudio en diversos sectores, incluyendo a la oposición y organizaciones de la sociedad civil.

Estas disputas internas coinciden con un momento crítico para el gobierno, que enfrenta desafíos significativos en el ámbito económico y social. La falta de cohesión en el oficialismo podría dificultar la implementación de reformas clave y afectar su desempeño en las próximas elecciones legislativas. Mientras tanto, la oposición ha aprovechado estas tensiones para cuestionar la capacidad del gobierno de Milei para liderar con eficacia y transparencia.

En medio de este panorama, el futuro de La Libertad Avanza y su capacidad para mantener su base de apoyo se presentan como grandes incógnitas. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si el partido logra superar estas divisiones internas y consolidar su posición en el escenario político argentino.