Una encuesta nacional realizada por Atlas Intel en colaboración con Bloomberg reveló que el presidente Javier Milei mantiene una imagen positiva entre los argentinos, a pesar de la creciente preocupación por el desempleo y el deterioro económico. El relevamiento, efectuado entre el 27 y el 30 de junio sobre 1.963 casos, muestra que el 47% de los encuestados tiene una opinión favorable de Milei, mientras que el 46% expresa rechazo. En cuanto a la gestión presidencial, el 44,3% la aprueba y el 44,1% la desaprueba, reflejando una marcada polarización.

Sin embargo, la percepción sobre la situación económica y laboral es mucho más crítica. El 67% de los consultados califica la economía como "mala" y el 74% opina lo mismo sobre el mercado de trabajo. El desempleo se posiciona como la principal preocupación de los argentinos, superando a la inflación (44% frente a 41%), en un contexto donde el índice de desocupación formal alcanzó el 7,9% en el primer trimestre de 2025, el nivel más alto en más de tres años según el INDEC. Además, más de 12.000 pymes cerraron en el último año, lo que agrava el panorama laboral.

Las expectativas a futuro tampoco son alentadoras: el 46% de los encuestados cree que la economía empeorará en los próximos seis meses y el 49% prevé un deterioro del empleo. En el plano político, la encuesta muestra que Milei es el único dirigente nacional con saldo de imagen positivo, mientras que figuras como Alberto Fernández y Cristina Kirchner presentan balances negativos, aunque la expresidenta registra una leve recuperación en su imagen.

El estudio también indaga sobre la percepción de la democracia: el 65,5% considera que es la mejor forma de gobierno, pero el 56,4% percibe una crisis democrática y casi la mitad identifica al gobierno como la principal amenaza. La sociedad argentina, según el relevamiento, se muestra insatisfecha con la capacidad de la democracia para responder a sus demandas, lo que refleja un clima de escepticismo y polarización.

En síntesis, la encuesta de Atlas Intel confirma la resiliencia de la imagen personal de Milei en un contexto de fuerte malestar económico y social, donde el desempleo y la crisis democrática dominan la agenda pública. El futuro inmediato aparece marcado por la incertidumbre y la demanda de respuestas concretas a los problemas estructurales del país.