Limitar el uso del celular durante 72 horas puede producir cambios significativos en el cerebro, según un estudio realizado por la Universidad de Heidelberg y publicado en Computers in Human Behavior. La investigación, que incluyó a 25 adultos jóvenes usuarios habituales de teléfonos inteligentes, consistió en restringir el uso del dispositivo a funciones esenciales como trabajo, comunicación y actividades diarias durante tres días.

Antes y después del periodo de restricción, los participantes completaron cuestionarios y se sometieron a resonancias magnéticas funcionales para evaluar la actividad cerebral. Los resultados mostraron modificaciones en regiones asociadas con la recompensa, la motivación y la adicción, similares a las observadas en adicciones conductuales, aunque sin los efectos neurotóxicos de sustancias como el alcohol o las drogas.

El análisis detallado reveló alteraciones en la actividad de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, fundamentales para la regulación del estado de ánimo y los procesos adictivos. Los investigadores identificaron asociaciones entre la actividad de la corteza parietal y el "ansia" por el dispositivo, y observaron que la corteza prefrontal recupera control sobre la atención y la motivación tras la restricción, mientras que la amígdala reduce la respuesta al estrés.

El neurólogo Alejandro Andersson, consultado por Infobae, explicó que el celular funciona como un "casino portátil", activando constantemente los circuitos de recompensa cerebral. Por su parte, la psiquiatra Alejandra Doretti advirtió que el uso abusivo de dispositivos puede reproducir fenómenos químicos similares a los de las drogas, generando síntomas de abstinencia como irritabilidad y ansiedad.

El concepto de "adicción al smartphone" es motivo de debate en la comunidad científica, y algunos expertos prefieren hablar de "uso problemático" o "dependencia digital". Un estudio en JAMA Pediatrics reveló que cerca del 50% de los adolescentes desarrolla conductas problemáticas con redes sociales y dispositivos móviles, asociadas a depresión, ansiedad e incluso conductas suicidas.

Los especialistas coinciden en que limitar el uso del móvil puede mejorar el sueño, reducir la irritabilidad y devolver el control sobre la motivación. Recomiendan establecer rutinas tecnológicas responsables y pausas digitales, especialmente antes de dormir, para preservar la salud mental y cognitiva. El mensaje de los investigadores es claro: no se trata de abandonar el móvil, sino de aprender a usarlo con conciencia y equilibrio.