A once días de las elecciones legislativas en Argentina, el gobierno de Javier Milei enfrenta una prueba decisiva para su gestión. Analistas políticos y referentes del oficialismo coinciden en que alcanzar al menos el 35% de los votos a nivel nacional será clave para que La Libertad Avanza (LLA) pueda mostrar fortaleza política y sostener su agenda de reformas en el Congreso.

El oficialismo apuesta a triunfos en distritos estratégicos como la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Entre Ríos, donde las alianzas con fuerzas locales y el PRO refuerzan sus posibilidades. Sin embargo, la situación es más adversa en la provincia de Buenos Aires, donde Fuerza Patria lidera las encuestas y la diferencia, aunque en descenso, sigue siendo significativa. "La diferencia se está achicando. Va a ser mucho menos de 10 puntos", aseguran fuentes libertarias, aunque reconocen que revertir la tendencia será difícil.

En el plano nacional, la fragmentación opositora y la ausencia de elecciones primarias (PASO) favorecen a LLA, permitiéndole competir con el mismo sello en todas las provincias. Analistas como Aníbal Urios, Manuel Zunino y Jorge Giacobbe coinciden en que un resultado por debajo del 35% sería considerado negativo para el oficialismo, mientras que superar ese umbral consolidaría su posición. "35% sería un número ganador", afirma Urios, mientras que Zunino destaca que el propio gobierno fijó ese límite como vara de éxito.

No obstante, la diputada Romina Diez puso en duda que LLA logre la primera minoría legislativa necesaria para blindar los vetos presidenciales y avanzar con las reformas impulsadas por el Ejecutivo. "No sé si vamos a llegar a esa primera minoría, pero vamos a estar cerca", admitió, subrayando la importancia de alcanzar una posición negociadora más fuerte en el Congreso.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, remarcó que la clave estará en la cantidad de legisladores que logre sumar LLA y sus aliados, y en cómo se proyecte esa fortaleza ante la mirada de Estados Unidos, cuyo respaldo financiero es considerado fundamental para el gobierno. Las declaraciones de Donald Trump, advirtiendo sobre las consecuencias de una derrota oficialista, han añadido presión al escenario electoral.

En este contexto, la baja participación y el desinterés político, asociados a la crisis económica, podrían afectar la base electoral del gobierno. Analistas advierten que la legitimidad y la capacidad de Milei para avanzar con su programa dependerán en gran medida del resultado del 26 de octubre y de la habilidad del oficialismo para construir alianzas en el Congreso.