La Legislatura de Río Negro aprobó este jueves, por unanimidad, el presupuesto y el paquete fiscal para el año 2026, tras una extensa sesión que se prolongó por más de nueve horas. El acuerdo fue posible luego de intensas negociaciones entre el oficialismo y los bloques opositores, quienes lograron la inclusión de obras públicas solicitadas por intendentes y legisladores de distintas fuerzas.

El paquete fiscal aprobado contempla una reducción significativa en la carga de Ingresos Brutos para los servicios de energía eléctrica y gas natural, así como alivios en los impuestos automotor e inmobiliario. Además, se mantendrán topes a los incrementos de tributos y exenciones para vehículos de movilidad sustentable. El presupuesto total asciende a aproximadamente 3,3 billones de pesos, lo que representa un aumento del 34% respecto al ejercicio anterior, en línea con la inflación prevista. Un 13% del monto total se destinará a seguridad, y se priorizará la recuperación de la obra pública y hospitales.

Durante el debate, la oposición planteó objeciones y críticas a la gestión provincial, especialmente en áreas como salud y servicios públicos, aunque finalmente acompañó la propuesta tras la aceptación de varias reformas. "El presupuesto es el posible, y ojalá se pudiera más", expresó Facundo López, presidente del bloque oficialista, al cierre de la sesión. Por su parte, representantes del PRO y el peronismo valoraron la apertura al diálogo y la inclusión de demandas locales, aunque insistieron en la necesidad de una mejor administración de los recursos.

La sesión estuvo marcada por la presencia de manifestantes de sindicatos y organizaciones sociales, que reclamaron mayor inversión en salud y mejores condiciones laborales. En la parte final, la oposición se retiró en protesta por la confección del temario de la sesión extraordinaria, aunque el quórum se mantuvo gracias al regreso de algunos legisladores.

El gobernador Alberto Weretilneck, que había reunido previamente a su bloque para asegurar la cohesión interna tras una reciente derrota electoral, consideró la aprobación del presupuesto como un paso fundamental para encarar el próximo año y proyectar su gestión hacia 2027. El contexto nacional de ajuste y recorte de fondos fue un factor central en la discusión, con la provincia asumiendo mayores responsabilidades en áreas clave.

La aprobación del presupuesto y el paquete fiscal representa un consenso político inusual en la provincia, aunque persisten desafíos en la gestión y demandas de mayor eficiencia y transparencia en el uso de los recursos públicos.