El consorcio integrado por las principales petroleras del país, liderado por YPF y acompañado por Pluspetrol, Pan American Energy, Pampa Energía, Vista, Chevron, Shell y Tecpetrol, anunció la obtención de un financiamiento internacional por US$2.000 millones para la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS). Esta obra, considerada la mayor inversión privada en infraestructura energética de las últimas décadas en Argentina, permitirá conectar los yacimientos de Vaca Muerta, en Neuquén, con la costa atlántica de Río Negro, facilitando la exportación de petróleo a gran escala.

El financiamiento, estructurado bajo la modalidad de project finance y liderado por cinco bancos internacionales de primer nivel —Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander—, representa un hito para el país, que no accedía a este tipo de créditos desde 2019. El préstamo, que cubre el 70% de la inversión total estimada en US$3.000 millones, fue posible gracias a la implementación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), incluido en la Ley Bases, que otorga beneficios fiscales y cambiarios a proyectos superiores a US$200 millones.

El oleoducto tendrá una extensión de 437 a 440 kilómetros y una capacidad inicial de transporte de 180.000 barriles diarios, que se incrementará a 550.000 barriles en 2027 y podría alcanzar los 700.000 en etapas posteriores. La obra, que comenzó en enero de 2025, incluye la construcción de estaciones de bombeo, una terminal marítima en Punta Colorada y la instalación de monoboyas para la carga de buques petroleros de gran porte. Se prevé que el sistema esté operativo a fines de 2026.

El impacto económico del proyecto es significativo: se estima que permitirá aumentar las exportaciones de hidrocarburos en hasta US$14.000 millones anuales a partir de 2027, generando más de 2.000 empleos directos y aportando divisas genuinas al país. Además, el modelo de financiamiento privado, sin aporte estatal directo, marca un cambio de paradigma en la inversión en infraestructura energética.

El anuncio del cierre del financiamiento se produjo pocos días después del fallo judicial de la jueza Loretta Preska contra el Estado argentino por la expropiación de YPF, lo que refuerza la confianza de los inversores internacionales en el sector energético local. Horacio Marín, presidente de YPF, destacó que se trata del “crédito más grande de la historia argentina para una obra de infraestructura”, y subrayó la importancia del proyecto para posicionar a Argentina como un actor relevante en el mercado energético global.

El VMOS es también el primer proyecto hidrocarburífero en adherir al RIGI, y cuenta con un monitoreo ambiental especial a cargo de la Universidad Nacional del Comahue. Analistas y empresarios coinciden en que la concreción de este financiamiento es una señal positiva para la economía argentina y un paso clave hacia la diversificación de la matriz exportadora y la atracción de inversiones privadas de gran escala.