La Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense ratificó este martes su integración a la alianza de centro Somos Buenos Aires, en medio de intensas negociaciones y tensiones internas que marcan el cierre de listas para las próximas elecciones provinciales. La Convención provincial del partido aprobó por mayoría la pertenencia al frente, con nueve votos afirmativos y una abstención, reflejando las divisiones entre la conducción actual y sectores alineados al senador Maximiliano Abad.

Somos Buenos Aires se presenta como una alternativa a los extremos políticos representados por el kirchnerismo y los libertarios aliados al PRO. El frente aglutina a radicales, peronistas no K, la Coalición Cívica, el GEN, socialistas y partidos vecinalistas, en un intento por captar el voto de electores desencantados con la polarización. La mesa de aprobación de listas, integrada por representantes de todos los sectores aliados, prioriza criterios de territorialidad y gestión local para definir candidaturas en las ocho secciones electorales de la provincia.

Intendentes como Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) emergen como figuras clave en el armado de listas, especialmente en las secciones más pobladas del conurbano bonaerense. Zamora, con alta influencia en la alianza, tiene decidido competir como primer candidato a senador, mientras Gray aún no define su participación, generando expectativas y negociaciones de último momento.

El proceso de cierre de listas se desarrolla en un clima de negociaciones frenéticas, con disputas internas y vetos a posibles incorporaciones. El exintendente de Merlo, Raúl Othacehé, fue descartado como posible integrante del frente tras desmentidos oficiales y críticas a la falta de volumen político de la alianza. Desde el peronismo bonaerense, se observa con atención el avance de Somos Buenos Aires, ante el temor de una fuga de votos que podría afectar sus aspiraciones electorales.

La conformación de la tercera vía busca equilibrar candidaturas entre el conurbano peronista y el interior radical, con el objetivo de maximizar la representación en los 135 distritos bonaerenses. Dirigentes radicales llaman a la unidad y a resolver las diferencias democráticamente tras las elecciones, mientras el peronismo advierte sobre el potencial impacto de la nueva alianza en el escenario electoral. El desenlace de las negociaciones y la definición de listas marcarán el inicio de una campaña que promete ser disputada y con implicancias para el futuro político de la provincia.