Un grave caso de violencia de género sacudió la ciudad de Coronda, Santa Fe, el pasado 18 de mayo. Un policía de 23 años, identificado como B.E.A., disparó en la cabeza a su pareja embarazada de ocho meses utilizando su arma reglamentaria. A pesar de la gravedad del ataque, tanto la mujer como el bebé lograron sobrevivir tras ser sometidos a intervenciones médicas urgentes en el hospital José María Cullen.

El incidente ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Laguna Paiva al 1100, donde la víctima residía junto a su tío. Según declaraciones del fiscal Alejandro Benítez, el tío escuchó el disparo y acudió al lugar, encontrando al agresor, quien alegó que el disparo se le había escapado. Sin embargo, la fiscalía descartó esta versión y calificó el hecho como tentativa de homicidio triplemente calificado y tentativa de aborto.

Durante la audiencia judicial, el fiscal Benítez argumentó que existía riesgo de fuga y de entorpecimiento probatorio, por lo que solicitó prisión preventiva sin plazo para el acusado. El juez Nicolás Falkenberg aceptó la solicitud, destacando la gravedad de los delitos imputados y la necesidad de garantizar el avance de la investigación.

El caso ha generado conmoción en la comunidad local y ha reavivado el debate sobre la violencia de género y el uso de armas reglamentarias por parte de agentes de seguridad. Organismos de derechos humanos y grupos feministas han señalado la urgencia de implementar medidas más estrictas para prevenir este tipo de incidentes.

La relación entre el agresor y la víctima ha sido descrita de manera contradictoria por el acusado, lo que ha llevado a la fiscalía a profundizar en las investigaciones. Mientras tanto, la mujer y su bebé continúan recuperándose, y el caso sigue siendo objeto de atención mediática y social.

Este incidente pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera integral la problemática de la violencia doméstica y de género, así como de revisar los protocolos de control de armas en las fuerzas de seguridad. Las autoridades locales han prometido seguir de cerca el caso y garantizar que se haga justicia.