El gobierno de Javier Milei ha intensificado sus esfuerzos para reducir la inflación, un problema estructural que afecta a la economía argentina desde hace décadas. Con una inflación heredada del 211.4%, el equipo económico liderado por Luis Caputo ha implementado una serie de medidas destinadas a estabilizar los precios y mejorar el poder adquisitivo de los salarios.

Entre las acciones más destacadas se encuentra la reducción del 4% en los precios de combustibles por parte de YPF, así como aumentos controlados en las tarifas de gas y electricidad, que se mantuvieron por debajo de la inflación esperada. Además, el gobierno ha negociado directamente con supermercados y empresas de consumo masivo para evitar incrementos desmedidos en los precios de productos esenciales.

El Banco Central, por su parte, ha optado por no intervenir en el mercado cambiario, permitiendo que el dólar se mantenga dentro de las bandas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta estrategia busca evitar el traslado de costos a los precios y garantizar la estabilidad cambiaria, aunque ha generado tensiones con el objetivo de acumular reservas internacionales, una de las metas pactadas con el FMI.

Las reservas han superado los 39,000 millones de dólares, pero el gobierno enfrenta desafíos para cumplir con los compromisos internacionales. A pesar de esto, las estimaciones privadas indican que la inflación mensual podría ubicarse por debajo del 3% en abril, marcando una desaceleración respecto al 3.7% registrado en marzo.

El enfoque pragmático del gobierno, que incluye medidas alejadas de la ortodoxia económica inicial, ha sido bien recibido por algunos sectores, aunque también ha generado críticas. Analistas destacan que la falta de acumulación de reservas podría representar un riesgo a largo plazo, mientras que la oposición cuestiona la sostenibilidad de las políticas adoptadas.

En el ámbito político, las tensiones entre Milei y otros actores, como Mauricio Macri, complican la viabilidad de algunas medidas en el Congreso. Sin embargo, el gobierno confía en que la reducción de la inflación será suficiente para consolidar su proyecto político de cara a las elecciones legislativas.

El desafío para la administración de Milei radica en equilibrar la reducción de la inflación con la acumulación de reservas y el cumplimiento de metas fiscales, en un contexto político y económico complejo. Mientras tanto, la población observa con expectativa los resultados de estas políticas, que podrían marcar un punto de inflexión en la economía argentina.