Cinco miembros de la familia De Nastchokine murieron en su vivienda de Villa Devoto, Ciudad de Buenos Aires, tras intoxicarse con monóxido de carbono. El hecho ocurrió en una casa de la calle Sanabria al 3700, donde la familia, que había llegado recientemente desde Italia para un reencuentro, fue hallada sin vida por personal del SAME y Bomberos tras un llamado de auxilio de una familiar que sintió mareos al ingresar al domicilio.

Las víctimas fueron identificadas como Demetrio De Nastchokine (79), Graciela Just (73), Andrés De Nastchokine (43), Marie Camille Lalanne (40) y Elisa (4). El único sobreviviente es un bebé de un año, que fue hallado en otra habitación y trasladado de urgencia al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde permanece internado en terapia intensiva con evolución favorable. Según el parte médico, el niño presenta acidosis metabólica, una complicación frecuente en casos de intoxicación por monóxido, pero responde bien al tratamiento y se evalúa su traslado a una cámara hiperbárica.

La principal hipótesis de los peritos apunta a una falla en el sistema de calefacción, posiblemente una caldera con el conducto de ventilación dañado, en una vivienda que permanecía herméticamente cerrada. El monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro, es altamente tóxico y puede provocar la muerte en pocos minutos si no hay ventilación adecuada. "El menor estaba en otra habitación y lejos de la familia, por eso se salvó. Pienso que el ambiente debía tener otro tipo de ventilación", explicó Alberto Crescenti, titular del SAME.

El caso generó conmoción en el barrio y reavivó la preocupación por la seguridad en el uso de artefactos de calefacción. Vecinos y familiares manifestaron su dolor y recordaron a la familia como personas solidarias y queridas en la comunidad. Especialistas en toxicología remarcaron que la intoxicación por monóxido es 100% evitable con controles técnicos y ventilación adecuada. Según el Ministerio de Salud, los casos de intoxicación aumentaron un 75% este año respecto a la mediana histórica, lo que subraya la necesidad de reforzar las campañas de prevención y el uso de detectores de monóxido en los hogares.

La tragedia de Villa Devoto deja una profunda marca en la comunidad y pone en agenda la importancia de la prevención para evitar nuevas víctimas de este "asesino invisible".