El gobierno argentino atraviesa una crisis política y de seguridad institucional tras la filtración de audios que involucran a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), en presuntas maniobras de corrupción y disputas internas. El episodio, que se desarrolla en la Casa Rosada y en el entorno de La Libertad Avanza, generó un clima de paranoia y desconfianza entre los principales funcionarios, a pocos días de las elecciones bonaerenses.

La difusión de los audios, algunos de los cuales fueron grabados en la intimidad de la Casa Rosada, puso en evidencia la fragilidad de la seguridad institucional y la existencia de tensiones internas en el oficialismo. Spagnuolo, quien fuera amigo y asesor de Javier Milei, denunció un supuesto sistema de coimas en la compra de medicamentos, involucrando a Eduardo "Lule" Menem y a la droguería Suizo Argentina. El gobierno reaccionó acusando una "operación política" y anunció acciones judiciales contra Spagnuolo, mientras la Justicia investiga los vínculos entre funcionarios y la empresa farmacéutica, que se negó a entregar correos electrónicos durante un allanamiento.

El escándalo impactó en la interna de La Libertad Avanza, con acusaciones cruzadas y un clima de desconfianza que llevó a algunos funcionarios a temer ser grabados por sus propios colegas. La senadora libertaria Florencia Arietto reclamó que los periodistas revelen sus fuentes, alegando riesgos para la seguridad del Estado, lo que generó un debate sobre la protección constitucional del secreto periodístico.

En medio de la crisis, el presidente Milei negó las acusaciones y prometió llevar a Spagnuolo a la Justicia. "Todo lo que dice Spagnuolo es mentira. Lo vamos a llevar a la Justicia y vamos a probar que mintió", afirmó el mandatario durante una caravana en Lomas de Zamora. La oposición y sectores del oficialismo exigen explicaciones y advierten sobre el daño institucional que puede provocar el caso, mientras el escándalo amenaza con afectar la imagen del gobierno y la dinámica electoral en la provincia de Buenos Aires.

La situación se produce en un contexto de tensiones internas en La Libertad Avanza, que enfrenta desafíos para consolidar su liderazgo y mantener la cohesión en medio de disputas y filtraciones. El desenlace judicial y político del caso será clave para el futuro del oficialismo y para el desarrollo de las próximas elecciones bonaerenses.