El hallazgo de los restos descuartizados de Brenda Torres, una joven de 21/24 años en situación de vulnerabilidad, conmocionó a la ciudad de Córdoba. El viernes 25 de julio, un sereno encontró bolsas con brazos y manos en un descampado de la zona noroeste, cerca de la Circunvalación. Días después, empleados de mantenimiento hallaron piernas y pies en la misma área, mientras que el torso y la cabeza aún no han sido localizados.

La identificación de la víctima se realizó mediante huellas dactilares. Brenda, según relataron sus familiares, atravesaba una dura situación de consumo problemático y vivía en la marginalidad, alternando entre casas de conocidos y la calle. Su padre, Roque Torres, y su madre, Graciela Paredes, contaron que buscaron ayuda estatal en reiteradas ocasiones, sin obtener respuestas efectivas. “Nos cansamos de pedir ayuda por el tema de la droga”, lamentó el padre.

La investigación, a cargo del fiscal Horacio Vázquez, aún no tiene detenidos ni imputados. Se manejan varias hipótesis, entre ellas un posible ajuste de cuentas vinculado al narcomenudeo, aunque allegados niegan que Brenda estuviera involucrada en la venta de drogas. La abogada de la familia, Daniela Morales Leanza, remarcó la extrema vulnerabilidad de la joven y pidió que se investigue también la posibilidad de violencia de género.

El caso generó una fuerte reacción social. Familiares, vecinos y organizaciones realizaron marchas para exigir justicia y pidieron colaboración ciudadana para esclarecer el crimen. “No quiero que Brenda sea ‘la chica que a nadie le importa’. No se merecía morir de esta manera”, expresó su padre entre lágrimas. La madre, por su parte, reclamó: “No me la estén dando en pedazos o cuotas, necesito velar a mi hija”.

Mientras la Policía Judicial y la fiscalía continúan con la búsqueda de los restos y la reconstrucción de los últimos movimientos de Brenda, el caso pone en evidencia la falta de contención estatal para personas en situación de vulnerabilidad y el impacto de la violencia estructural en los sectores más postergados de la ciudad. Las autoridades insisten en la importancia de que cualquier persona con información se acerque a colaborar, garantizando anonimato y protección.