El Banco Nación, la entidad financiera más importante de Argentina, experimentó un cambio en su conducción tras la renuncia de Daniel Tillard a la presidencia. El Ministerio de Economía confirmó que Darío Wasserman, hasta ahora vicepresidente del banco, asumirá el máximo cargo. La decisión fue comunicada oficialmente luego de que Tillard presentara su dimisión al ministro Luis Caputo.

Wasserman, con una extensa trayectoria en el sector financiero y en el ámbito inmobiliario, es considerado una figura cercana a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente Javier Milei. Su designación refuerza la influencia del círculo más próximo al oficialismo en áreas clave de la economía. "Wasserman continuará con la política que el Banco Nación viene implementando y profundizando en el marco del programa económico del Gobierno", señalaron fuentes oficiales.

Durante la gestión de Tillard y Wasserman, el Banco Nación otorgó más de 20.000 créditos hipotecarios y logró incrementar su participación de mercado del 12% al 18%. Además, se destacó el proceso de ordenamiento y saneamiento del balance, así como la mejora en la eficiencia operativa de la entidad. Wasserman, por su parte, cuenta con experiencia previa como presidente de Garantizar SGR y Móvil SGR, y ha ocupado cargos directivos en bancos provinciales.

El cambio de autoridades se produce en un contexto de reconfiguración política dentro del Gobierno, donde la cercanía de Tillard al peronismo cordobés había generado especulaciones sobre su continuidad. La designación de Wasserman, respaldada por Karina Milei, apunta a consolidar la línea política y económica impulsada por la actual administración.

El futuro del Banco Nación incluye desafíos como la posible transformación en sociedad anónima, un proyecto actualmente frenado por la justicia. Mientras tanto, el Gobierno apuesta a la continuidad de las políticas que han permitido al banco recuperar su rol de banca de desarrollo y fortalecer su posición en el sistema financiero argentino.