Tres personas fallecieron en la provincia de Córdoba en los últimos días a causa de intoxicaciones con monóxido de carbono, en dos episodios que reavivan la preocupación por la seguridad en el uso de artefactos a gas durante el invierno. El primer hecho ocurrió en la localidad de Cosquín, donde una mujer de 65 años y su nieta de 10 años perdieron la vida tras inhalar el gas tóxico en su vivienda ubicada en la intersección de Obispo Bustos y San Martín. Según informaron fuentes policiales y del cuerpo de bomberos, la abuela fue hallada sin vida en el domicilio, mientras que la niña fue trasladada de urgencia al Hospital Domingo Funes, donde falleció poco después pese a los intentos de reanimación.

El subcomisario José Molina, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cosquín, explicó que al llegar al lugar, los equipos detectaron deficiencia de oxígeno y presencia de monóxido de carbono en el ambiente. “La atmósfera no presentaba niveles normales para la vida humana”, detalló Molina, quien agregó que los bomberos ventilaron la vivienda y aseguraron la escena antes de permitir el ingreso de otros efectivos. Aunque aún no se ha determinado el origen exacto de la fuga, se sospecha que un artefacto de calefacción pudo haber sido el causante.

El segundo caso se registró en Córdoba Capital, en un departamento de avenida Cornelio Saavedra al 2800, barrio Los Paraísos. Allí, una mujer de 79 años fue encontrada sin vida por su nieto, quien percibió un fuerte olor a gas y notó que la perilla del horno estaba abierta. Las autoridades no hallaron signos de violencia y la investigación se centra en una posible intoxicación por monóxido de carbono.

Ambos episodios se suman a una serie de tragedias similares ocurridas recientemente en el país, incluyendo la muerte de cinco personas en Villa Devoto, Buenos Aires, por causas vinculadas a la mala combustión y falta de ventilación en los hogares. Según informes oficiales, las intoxicaciones por monóxido de carbono han aumentado un 57% en lo que va del año en Argentina.

Las autoridades y especialistas insisten en la importancia de ventilar los ambientes y realizar un mantenimiento adecuado de los artefactos a gas, recordando que el monóxido es un gas invisible, inodoro e insípido, lo que lo convierte en un peligro silencioso. La Justicia continúa investigando ambos casos para determinar las causas exactas y evitar nuevas tragedias en el futuro.