El expresidente Mauricio Macri protagonizó un momento inusual durante una entrevista en vivo, al admitir que había tomado gotas de clonazepam, lo que afectó su estado de alerta y lo dejó en lo que él mismo describió como "slow motion". Según explicó, su esposa, Juliana Awada, le recomendó el medicamento tras regresar de un viaje, lo que generó risas entre los presentes y comentarios en redes sociales.

Durante la entrevista, Macri aprovechó para criticar a figuras políticas como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, quienes recientemente abandonaron el PRO. "Ellos dos, lamentablemente, fracasaron como candidatos porque priorizaron su vocación de poder y su ego sobre el proyecto político", afirmó. También señaló que ambos tenían la elección ganada, pero sus decisiones los llevaron a perder.

En relación al presidente Javier Milei, Macri expresó inicialmente su entusiasmo por el proyecto libertario, pero lamentó que este se haya convertido en un "proyecto de poder" que no lo entusiasma. "El gobierno ha hecho un milagro en términos de evitar la hiperinflación, pero hay una infinita capacidad de mejora en la implementación e institucionalidad", comentó. Además, criticó la influencia de Karina Milei, hermana del presidente, a quien responsabilizó de decisiones que han afectado negativamente al liderazgo de Milei.

Macri también reflexionó sobre su propio rol en la política, señalando que no busca competir por el poder, sino contribuir a un entendimiento más amplio de los desafíos que enfrenta el país. "Transformar un país atrapado por corporaciones cuasi mafiosas no es fácil", afirmó.

Las declaraciones del expresidente generaron reacciones mixtas en el ámbito político. Mientras algunos valoraron su postura crítica, otros lo acusaron de incoherencia. Desde el entorno de Bullrich y Larreta, sus comentarios fueron percibidos como ataques personales más que políticos. Por otro lado, sus críticas a Milei reflejan una creciente tensión entre el PRO y el gobierno libertario, marcando una posible fractura en la oposición.

El episodio también puso en evidencia el estado de ánimo de Macri, quien pidió a los periodistas que "no se abusen" de su condición durante la entrevista. Este incidente, aunque anecdótico, se suma a un contexto político marcado por divisiones internas y desafíos económicos significativos.