El caso del fentanilo contaminado ha desatado una crisis sanitaria y judicial en Argentina, con al menos 33 muertes confirmadas y más de 60 personas afectadas. Este potente anestésico, producido por el laboratorio HLB Pharma, fue distribuido a hospitales y clínicas en varias provincias, desatando una investigación de gran alcance.

El brote fue detectado inicialmente en el Hospital Italiano de La Plata, donde se reportaron 15 muertes. Las ampollas de fentanilo contenían las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, ambas resistentes a los antibióticos convencionales. Estas bacterias fueron identificadas por el Instituto Malbrán, que confirmó la contaminación en las muestras analizadas. La ANMAT emitió una alerta sanitaria y suspendió la distribución de productos de HLB Pharma, además de clausurar sus actividades junto con las de su socio, Laboratorios Ramallo.

Sebastián Nanini, abogado y nuevo dueño de HLB Pharma, asegura no haber estado involucrado en la producción del lote contaminado, que data de diciembre de 2024. Según Nanini, su adquisición del laboratorio se concretó en marzo de 2025, y ha solicitado la "auto inhibición" de la planta para facilitar la investigación. "La justicia debe determinar las responsabilidades y actuar; las familias de las víctimas lo merecen", declaró.

El caso ha puesto en evidencia fallas graves en los controles de calidad y en la regulación de medicamentos en el país. Las ampollas contaminadas fueron envasadas en plástico, incumpliendo las normas establecidas por la ANMAT, que exige el uso de vidrio. Además, se investiga un presunto robo en las oficinas de Garantía de Calidad de HLB Pharma, donde se almacenaban documentos clave relacionados con la producción de los lotes afectados.

El impacto del caso es nacional, con muertes y afectados en provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En el Hospital Italiano de La Plata se registraron 15 fallecimientos, mientras que en Rosario y Santa Fe se reportaron otros 18. La justicia, encabezada por el juez federal Ernesto Kreplak, ha realizado allanamientos en las sedes de HLB Pharma, Laboratorios Ramallo y la droguería Nueva Era, que distribuyó parte de los lotes contaminados.

El caso también ha generado cuestionamientos sobre las relaciones de HLB Pharma con gobiernos locales y provinciales, dado que gran parte de sus ventas se realizan a través de licitaciones públicas. Nanini ha negado cualquier vínculo político detrás de su compra del laboratorio.

Mientras tanto, las familias de las víctimas exigen justicia y una investigación exhaustiva. "La sociedad necesita saber qué pasó", afirmó Nanini, quien también señaló que podría dejar de producir fentanilo si toma el control definitivo del laboratorio. La investigación sigue en curso, con la justicia y las autoridades sanitarias trabajando para esclarecer los hechos y prevenir futuros incidentes.