El banco estadounidense JP Morgan publicó su informe de mitad de año sobre la economía argentina, generando un giro en la percepción internacional respecto al rumbo económico bajo la gestión de Javier Milei. El reporte, replicado por medios como Forbes y analizado por portales nacionales, destaca la disciplina fiscal y el superávit alcanzado, señalando que Argentina pasó de un déficit primario de 2,4% del PBI en 2023 a un superávit de 1,7% en 2025. Además, el superávit financiero se ubica en 0,4% del PBI, consolidando la estabilidad presupuestaria.

En materia inflacionaria, JP Morgan proyecta una leve aceleración en julio (1,8%), pero anticipa que la tasa perforará el 1% en enero de 2026, consolidando el proceso de desinflación iniciado tras el freno registrado en marzo. El tipo de cambio real multilateral, actualmente en $1.208, se mantendría apreciado si el ahorro interno continúa en ascenso, con una proyección de $1.193 para el próximo año, el nivel más bajo desde los primeros años de la presidencia de Mauricio Macri.

El informe también aborda la situación de las reservas internacionales, que actualmente presentan un saldo negativo de USD 7.500 millones. Sin embargo, JP Morgan estima una recuperación gradual, con reservas netas positivas de USD 8.600 millones a fin de año y proyecciones de USD 22.500 millones en 2027 y USD 36.400 millones en 2028. El dinamismo externo se apoya en un superávit energético sostenido y un fuerte crecimiento de las exportaciones de litio, cobre y productos agroindustriales, que podrían totalizar USD 144.000 millones para 2030.

En el plano político, el banco proyecta un triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas de octubre, con una intención de voto del 39,4% para Milei frente al 28,7% del kirchnerismo. No obstante, advierte que la sostenibilidad fiscal depende de mantener vetos a leyes que aumentarían el gasto, y que el acceso pleno a los mercados internacionales será clave para consolidar la estabilidad económica.

El informe diferencia entre la táctica de corto plazo, marcada por la cautela en bonos en pesos ante la proximidad de las elecciones, y la apuesta estratégica de mediano plazo, basada en fundamentos macroeconómicos sólidos. Si bien el optimismo predomina en el análisis de JP Morgan y Forbes, operadores locales mantienen una postura cautelosa, y organismos multilaterales como el FMI observan de cerca la sostenibilidad política de las reformas. El resultado electoral será determinante para el rumbo económico y la consolidación de las reformas estructurales impulsadas por el gobierno.