La ciudad de Córdoba y gran parte de la provincia atraviesan un fin de semana marcado por la inestabilidad climática, con alertas naranja y amarilla emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) debido a la presencia de tormentas fuertes, lluvias intensas y ráfagas de viento. El fenómeno, que comenzó en la madrugada del sábado en el sur provincial, se desplazó hacia el área central y la capital, generando preocupación entre la población y las autoridades.

Según los reportes meteorológicos, las tormentas estarán acompañadas por actividad eléctrica frecuente, granizo ocasional y ráfagas de viento que podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora en algunos sectores. Los valores de precipitación acumulada se estiman entre 80 y 110 milímetros, aunque podrían ser superados puntualmente. En la ciudad de Córdoba, se registraron ráfagas de entre 40 y 50 kilómetros por hora durante la mañana, junto con lluvias aisladas y baja visibilidad en rutas, lo que llevó a las autoridades a recomendar precaución al circular.

El pronosticador del Aeropuerto Internacional de Córdoba, Gerardo Barrera, explicó que la provincia atraviesa un período de inestabilidad que se extenderá de manera intermitente hasta el lunes, con sucesivos episodios de tormentas y chaparrones aislados. "El área será afectada por tormentas fuertes, algunas localmente severas", advirtió el SMN en su comunicado oficial. Barrera agregó que las precipitaciones han sido muy irregulares, con sectores sin lluvias y otros con registros significativos, como Laboulaye, donde se midieron 49 milímetros.

Las temperaturas se mantienen elevadas, con mínimas entre 20 y 23 grados y máximas de 29 a 32 grados, lo que contribuye a una sensación térmica elevada pese a la presencia de lluvias. El SMN también alertó sobre el riesgo de calor extremo, recomendando medidas para preservar la salud de los ciudadanos.

El fenómeno meteorológico afecta no solo a Córdoba, sino también a otras diez provincias argentinas, lo que ha llevado a una coordinación de advertencias y recomendaciones a nivel nacional. Las autoridades locales instan a la población a planificar actividades con flexibilidad y a estar atentos a los avisos oficiales, ya que la variabilidad del clima podría modificar las condiciones en cuestión de horas.

La intensidad de las tormentas y la persistencia de la inestabilidad han generado preocupación por el impacto en actividades cotidianas y eventos programados, mientras expertos destacan la importancia de seguir las recomendaciones para minimizar riesgos. El episodio se inscribe en un contexto de fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos en la región, lo que subraya la necesidad de preparación y respuesta ante situaciones climáticas adversas.