El presidente Javier Milei protagonizó un show musical en el Movistar Arena de Buenos Aires, donde presentó su libro "La Construcción del Milagro" ante miles de asistentes. El evento, que combinó música, discurso y entrevista, generó una fuerte polémica tanto por su formato como por el financiamiento, en un contexto de alta tensión política y económica.

Según el vocero presidencial Manuel Adorni, el acto fue financiado íntegramente por la editorial Hojas del Sur, responsable de la publicación del libro. "No le costó ni un solo peso a los argentinos", aseguró Adorni, quien enfatizó el carácter privado del evento. Sin embargo, medios como La Política Online y legisladores opositores pusieron en duda esta versión, señalando posibles aportes de empresarios vinculados a casos de corrupción y estimando el costo total en más de 600 millones de pesos. La diputada Margarita Stolbizer presentó un pedido de informes para esclarecer el origen de los fondos.

Durante el show, Milei reiteró que su gestión redujo la pobreza del 57% al 31%, afirmación que fue matizada por chequeos periodísticos. Según Chequeado, la cifra real de reducción es menor y la comparación utilizada por el presidente no se ajusta a los datos oficiales. Además, Milei destacó el estancamiento del PBI desde 2011 y el déficit fiscal, datos que fueron parcialmente confirmados por especialistas.

El evento tuvo repercusión internacional y fue comparado por analistas con episodios históricos de otros presidentes argentinos, como Fernando De la Rúa. Para algunos, la performance de Milei mostró autenticidad; para otros, evidenció una desconexión con la situación del país. El acto coincidió con gestiones económicas clave en Washington y tensiones internas en La Libertad Avanza, lo que sumó interrogantes sobre el momento elegido para la presentación.

La controversia por el financiamiento y el impacto político del show marcan un posible punto de inflexión en la imagen pública de Milei, en medio de una coyuntura marcada por la polarización y la crisis económica. El debate sobre la transparencia y el uso de recursos sigue abierto, mientras el oficialismo busca consolidar su base de apoyo de cara a las próximas elecciones.