Argentina ha dado un paso clave hacia la reincorporación al Programa de Exención de Visas (VWP) de Estados Unidos, tras la visita oficial de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, los días 27 y 28 de julio. Durante su estadía, Noem se reunió con el presidente Javier Milei, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el canciller Gerardo Werthein, firmando acuerdos de cooperación en materia de seguridad y migración.

El VWP permite a ciudadanos de países autorizados ingresar a Estados Unidos por hasta 90 días sin necesidad de una visa tradicional, siempre que gestionen la autorización electrónica ESTA. Actualmente, solo Chile participa en Sudamérica, mientras que Argentina fue excluida en 2002 por incumplimientos en materia migratoria y de seguridad. La reincorporación de Argentina al programa depende de la firma de acuerdos de seguridad, el intercambio de información biométrica y migratoria, y el mantenimiento de una baja tasa de rechazos de visa.

La visita de Noem fue interpretada como un gesto de acercamiento político y diplomático, en línea con la estrategia de alineamiento del gobierno de Milei con Estados Unidos. "Bajo el liderazgo de Javier Milei, Argentina se está convirtiendo en un aliado aún más fuerte de los Estados Unidos, más comprometido que nunca con la seguridad fronteriza de ambas naciones", expresó Noem en un comunicado oficial. Sin embargo, tanto la funcionaria estadounidense como la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires advirtieron que la reincorporación al VWP es un proceso técnico y político que podría demorar al menos un año.

El sector turístico argentino recibió la noticia con optimismo, anticipando un fuerte incremento en los viajes a Estados Unidos si se elimina la visa. Entre enero y abril de 2025, más de 413.000 argentinos visitaron ese país, la cifra más alta desde 2019. Las aerolíneas ya proyectan un aumento en la oferta de vuelos y asientos para los próximos meses.

Analistas y exfuncionarios advierten que, aunque el alineamiento con Estados Unidos puede traer ventajas diplomáticas y económicas, no garantiza beneficios automáticos y está sujeto a la evolución del contexto político y económico internacional. El proceso de reincorporación al VWP será monitoreado de cerca por ambos gobiernos y dependerá del cumplimiento de estrictos requisitos técnicos y de seguridad.