Un reconocido médico de 82 años, residente en Añatuya, Santiago del Estero, denunció ante la Justicia a una de sus hijas por haberlo internado en un geriátrico de Rosario, Santa Fe, en contra de su voluntad. El caso, que involucra una herencia millonaria y la intención del profesional de casarse con su actual pareja, generó un fuerte revuelo en el ámbito judicial y familiar.

Según la denuncia presentada, el médico fue convencido por su hija para retirar dinero de cajas de seguridad en dos bancos, bajo el pretexto de un posible corralito financiero. Posteriormente, relató que fue trasladado dormido desde Añatuya a Rosario, donde permaneció internado por más de dos meses sin recibir visitas ni tener acceso a sus ahorros. "Me escondían las llaves de mi oficina. Vos estás viejo, me decían. Así me convencieron de sacar mis ahorros. Un día desperté en Rosario, con la excusa de una rehabilitación y sin la bolsa de consorcio en que puse y llené de dólares", declaró el profesional ante la Justicia. "Nunca más volvieron a visitarme mientras estuve internado", agregó.

La situación fue alertada por audios y mensajes enviados por el médico a amigos y colegas, lo que llevó a directivos de un centro de salud privado a informar a la Justicia de Añatuya. El 14 de agosto, la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami, ordenó la intervención urgente del Ministerio Público Fiscal. Desde entonces, los fiscales Ezequiel Bustamante y Alejandra Sobrero investigan los hechos, incluyendo la presunta privación ilegítima de la libertad y amenazas calificadas.

El conflicto familiar gira en torno a la administración de la clínica en Añatuya y la decisión del médico de casarse con su pareja de 81 años, con quien convive hace 15 años. El denunciante sostiene que está lúcido y en pleno uso de sus facultades mentales, respaldado por certificados médicos. Por su parte, la hija denunciada, abogada y residente en la ciudad capital, niega las acusaciones y cuenta con defensa legal.

La Justicia analiza medidas cautelares, como una restricción perimetral y la provisión de un botón antipánico para el médico y su pareja. Además, se investiga la desaparición de una suma importante de dinero en dólares y pesos. El proceso judicial continúa en marcha, con cambio de abogados y nuevas presentaciones previstas. El caso pone en evidencia la complejidad de los conflictos familiares por herencias y la necesidad de protección de adultos mayores en situaciones de vulnerabilidad.