El Gobierno nacional suspendió los exámenes de ingreso a residencias médicas tras detectar irregularidades en los resultados, especialmente entre postulantes con títulos extranjeros. La medida, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, afecta a 268 aspirantes que deberán rendir nuevamente la prueba, luego de que un análisis técnico revelara patrones de desempeño anómalos y resultados inusuales en las calificaciones.

Según informaron fuentes oficiales, el Ministerio de Salud anuló los exámenes de quienes obtuvieron 86 puntos o más, tras identificar que egresados de universidades extranjeras, históricamente ausentes en los primeros puestos, lograron calificaciones inusualmente altas. Uno de los casos más llamativos fue el de la Universidad Técnica de Manabí, de Ecuador, cuyos egresados ocuparon nueve de los primeros 27 lugares del ranking general. En total, 149 de los afectados poseen títulos extranjeros y 119, nacionales.

El examen, realizado el 1 de julio en 28 sedes de todo el país, contó con la participación de más de 13.000 profesionales. Tras la publicación de los resultados, cerca de 200 pruebas presentaron resultados considerados sospechosos. El Ministerio de Salud investiga posibles fraudes y cruza datos con la Dirección Nacional de Migraciones para verificar la documentación presentada por los postulantes.

La decisión de suspender y reprogramar el examen fue respaldada por denuncias de aspirantes y por la detección de diferencias significativas entre los puntajes obtenidos en distintas instancias evaluativas. Sin embargo, hasta el momento no se comprobó la filtración o copia del examen, aunque la investigación sigue abierta y no se descartan medidas administrativas adicionales.

El contexto de la medida incluye la reciente implementación de una normativa que otorga cinco puntos adicionales a egresados de universidades argentinas, con el objetivo de corregir desigualdades históricas en el acceso a residencias. El sistema de residencias médicas, además, enfrenta críticas por la falta de cupos y cambios en el régimen de becas, lo que ha generado malestar entre los profesionales.

La reacción de los residentes y gremios fue inmediata: denunciaron discriminación y exigieron la conformación de una comisión investigadora independiente. Algunos señalaron que la medida constituye un ataque a los profesionales extranjeros y un intento de vaciar el sistema de residencias. Se prevén asambleas y posibles paros en rechazo a la decisión.

El Gobierno, por su parte, sostiene que la suspensión busca garantizar la transparencia y el principio de mérito en el acceso a la formación médica. El debate continúa centrado en la equidad, la transparencia y el trato a los profesionales extranjeros, mientras la investigación oficial sigue su curso.