El escenario político argentino atraviesa una etapa de alta tensión tras el cierre de listas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. La confección de candidaturas dejó profundas divisiones tanto en el oficialismo como en la oposición, con repercusiones que se extienden a nivel nacional.

En La Libertad Avanza (LLA), la disputa interna entre Karina Milei, hermana del presidente, y el asesor Santiago Caputo, se hizo pública luego de que la secretaria general de la Presidencia advirtiera que cuestionar el armado de listas es cuestionar al propio presidente Javier Milei. El conflicto se intensificó con la exclusión de las “Fuerzas del Cielo”, el sector digital alineado con Caputo, de las listas bonaerenses. Mientras tanto, el presidente Milei respaldó a su hermana y minimizó las diferencias, buscando proyectar una imagen de cohesión en el oficialismo.

El peronismo bonaerense tampoco escapó a las tensiones. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, criticó abiertamente la estrategia electoral del gobernador Axel Kicillof y la falta de una defensa unificada de la expresidenta Cristina Kirchner. Las negociaciones para el cierre de listas estuvieron marcadas por cortes de luz en la sede de la Junta Electoral y prórrogas en los plazos de inscripción, lo que alimentó sospechas y denuncias de irregularidades.

En paralelo, la agenda social se vio atravesada por nuevas protestas de jubilados en el Congreso, quienes reclamaron mejoras en sus haberes y una nueva fórmula de movilidad. La manifestación fue contenida por fuerzas de seguridad que aplicaron el protocolo antipiquetes, generando forcejeos y complicaciones en el tránsito. Estos reclamos se producen en un contexto en el que el presidente Milei anticipó su intención de vetar leyes aprobadas por el Parlamento que contemplan aumentos jubilatorios y moratorias previsionales.

A nivel internacional, las declaraciones del embajador designado de Estados Unidos, Peter Lamelas, sobre la política argentina y la figura de Cristina Kirchner, provocaron un fuerte rechazo en el Congreso y pedidos para que el gobierno argentino rechace su designación, al considerarlas una intromisión en los asuntos internos del país.

Por último, el Gobierno porteño anunció el fin del financiamiento al traslado de cartoneros desde el conurbano, una medida que busca reducir gastos y que fue defendida por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, como parte de un proceso de eficiencia en la gestión pública.

Con este telón de fondo, la campaña electoral se encamina hacia una polarización creciente, con la provincia de Buenos Aires como epicentro de las disputas políticas y sociales que marcarán el rumbo del país en los próximos meses.