Un vuelo de Aerolíneas Argentinas que cubría la ruta entre Aeroparque Jorge Newbery y Córdoba debió aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el miércoles 15 de octubre, luego de que la tripulación detectara una falla en uno de los motores del Boeing 737-800. El incidente, que involucró a 161 pasajeros, no dejó heridos y fue manejado bajo estrictos protocolos de seguridad, según informaron fuentes de la compañía.

El vuelo AR1526 despegó a las 9:39 y, tras aproximadamente 30 minutos, la tripulación declaró la emergencia aérea. El avión aterrizó sin inconvenientes a las 10:20 en Ezeiza, donde fue recibido por equipos de bomberos y personal especializado. Aerolíneas Argentinas confirmó que todos los pasajeros se encontraban en buen estado y serían reubicados en otro vuelo programado para ese mismo día.

Como consecuencia del incidente, la empresa anunció la suspensión preventiva de ocho aviones Boeing 737-800 equipados con motores CFM, representando casi el 10% de su flota. Esta decisión se tomó tras constatar que es el cuarto suceso similar en el último año con este tipo de motor. "El mantenimiento de todos los motores operados por Aerolíneas Argentinas tiene un cumplimiento absoluto en términos de las verificaciones indicadas por sus fabricantes", señaló la compañía en un comunicado, y agregó que se solicitó una opinión técnica al fabricante antes de reincorporar los equipos al servicio.

La medida fue adoptada en consulta con autoridades regulatorias y otras aerolíneas de la región que han experimentado incidentes similares. El fabricante CFM recomienda una revisión de los motores a los 17.200 ciclos, aunque ninguno de los afectados había alcanzado ese umbral. Técnicos consultados indicaron que el problema podría estar en los álabes de los motores, con reportes de fallas a nivel mundial.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) criticó la gestión de la empresa y exigió un plan de mitigación robusto, mientras que Aerolíneas Argentinas reafirmó su compromiso con la seguridad operacional y la capacitación continua del personal. La suspensión de los aviones implica una reorganización temporal de la programación de vuelos, pero no se prevén cancelaciones masivas. El incidente reavivó el debate sobre la seguridad y el mantenimiento en la aviación comercial argentina.