Marianela Mirra, reconocida por su participación y triunfo en Gran Hermano, confirmó que está embarazada de José Alperovich, exgobernador de Tucumán, quien actualmente cumple prisión domiciliaria tras ser condenado a 16 años por abuso sexual agravado contra su sobrina. La noticia, que circuló como rumor durante varios días, fue finalmente confirmada por Mirra a su amigo Gastón Trezeguet, quien reveló que el embarazo se logró mediante un tratamiento de inseminación artificial.

La pareja, cuya relación se mantuvo en secreto durante más de veinte años, convive actualmente en un departamento de Puerto Madero, donde Alperovich cumple su condena. Mirra, de 41 años, y Alperovich, de 70, iniciaron su vínculo en la década de 2000, aunque solo salió a la luz pública tras la condena del exmandatario. La noticia del embarazo generó un fuerte impacto mediático, especialmente por el contexto judicial de Alperovich y la exposición de Mirra en los medios.

En las últimas semanas, Mirra fue vista en una clínica de fertilidad, lo que alimentó los rumores sobre un posible embarazo. Ante la insistencia de la prensa, la ex Gran Hermano reaccionó con enojo y pidió respeto por su privacidad, protagonizando cruces con periodistas que intentaron obtener declaraciones. "Estoy esperando un bebé de José", confirmó Mirra, desmintiendo versiones de ruptura y aclarando que la relación nunca se interrumpió, pese a que en redes sociales había anunciado una separación para evitar el seguimiento mediático.

Por su parte, Alperovich, quien ya es padre de cuatro hijos de una relación anterior, habría negado el embarazo en un audio difundido por allegados, aunque la confirmación de Mirra fue directa y pública. El caso ha generado controversia y debate tanto en el ámbito del espectáculo como en el político, dada la condena judicial que pesa sobre Alperovich y la exposición mediática de Mirra.

La historia de la pareja, marcada por la discreción y los vaivenes mediáticos, suma ahora un nuevo capítulo con la llegada de su primer hijo en común. El embarazo, logrado por inseminación artificial, se convierte en un hecho relevante tanto por el perfil de los protagonistas como por el contexto judicial y social que los rodea. Las repercusiones continúan en el ámbito público, mientras Mirra solicita respeto por su vida privada y Alperovich permanece bajo prisión domiciliaria.