Un bazar de tres pisos recientemente inaugurado en el bajo de Neuquén capital se encuentra bajo la lupa de las autoridades tras la detección de graves irregularidades laborales y de seguridad. El comercio, que rápidamente ganó popularidad por sus precios bajos y la amplia variedad de productos importados de China, fue inspeccionado por la Secretaría de Trabajo de la provincia y por el municipio, luego de denuncias anónimas y presentaciones formales del Centro de Empleados de Comercio (CEC).

Durante las inspecciones, se constató que el local emplea entre 17 y 24 personas, ninguna de las cuales estaba debidamente registrada. Además, los trabajadores cumplían jornadas laborales superiores a las 12 horas diarias, con un solo día de descanso semanal y apenas media hora de refrigerio, sin contar con un espacio adecuado para tal fin. Uno de los aspectos más preocupantes fue la existencia de un solo baño para todo el personal, una situación que no cumple con los requisitos mínimos de la normativa laboral vigente.

Las autoridades también detectaron la ausencia de equipos de protección personal, deficiencias en el mantenimiento de las instalaciones eléctricas, extintores de fuego vencidos o inexistentes, y la falta de registros de accidentes e incidentes laborales. La licencia comercial del bazar es provisoria y fue otorgada por la Municipalidad de Neuquén, aunque la empresa deberá realizar modificaciones edilicias para adecuarse a la normativa.

El secretario de Trabajo de la provincia, Pablo Castillo, advirtió que "el hecho de la clausura todavía está latente. Si no presentan todas las condiciones, el lunes es plausible de clausura". Por su parte, la jefa de Gabinete municipal, María Pasqualini, confirmó que el municipio intervino para exigir mejoras edilicias y advirtió sobre posibles sanciones, incluyendo el cierre temporario del comercio.

El caso ha generado preocupación entre comerciantes locales, quienes señalan la dificultad de competir con los precios bajos de los bazares importadores y reclaman igualdad de condiciones regulatorias. Mientras tanto, el bazar sigue atrayendo a numerosos clientes, aunque su futuro depende de la regularización de las condiciones laborales y edilicias exigidas por las autoridades. El desenlace se definirá en los próximos días, cuando venza el plazo para que la empresa presente la documentación y realice las mejoras requeridas.