La Municipalidad de Neuquén, en coordinación con la Justicia y la Policía, realizó un allanamiento en una vivienda del barrio Cumelén que se había convertido en un foco infeccioso por acumulación de basura y excrementos de animales. El operativo, llevado a cabo este miércoles, responde a reiterados reclamos de los vecinos, quienes venían soportando olores nauseabundos y riesgos sanitarios desde hace años.

La propietaria de la vivienda, una jubilada que padece síndrome de acumulación compulsiva, fue dada de alta el mismo día del operativo, encontrándose con su casa vacía y sin los animales con los que convivía. "Si yo no le consigo las cosas, no tiene dónde sentarse la señora", reclamó un vecino, evidenciando la precariedad en la que quedó la mujer tras la intervención. El municipio, por su parte, asumió los costos del operativo y coordinó acciones con las secretarías de Derechos Humanos, Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional, y Movilidad y Servicio al Ciudadano.

Durante la limpieza, el personal municipal y policial rescató entre ocho y catorce animales, principalmente perros y gatos, que fueron puestos en adopción. "Lamentablemente encontramos una gran acumulación de residuos de todo tipo. Los perros hacían sus necesidades dentro de las habitaciones, el comedor y la cocina. Vamos a tener que trabajar mucho para dejarla en condiciones, por si en algún momento la propietaria regresa", describió Cristian Haspert, subsecretario de Limpieza Urbana. En el proceso, una trabajadora fue atacada por un gato y debió ser hospitalizada.

La situación no es nueva: en 2023, la Municipalidad ya había intervenido en el mismo domicilio, retirando 14 animales y grandes cantidades de desechos. Los problemas de acumulación compulsiva se agravaron durante la pandemia, y la propietaria gastaba todo su sueldo en alimentar a sus mascotas. El municipio mantiene un convenio con el Ministerio Público Fiscal para costear estos operativos, que buscan garantizar la convivencia ciudadana y la salubridad pública.

Funcionarios municipales subrayaron la importancia de la intervención de profesionales de Salud Mental para prevenir la reincidencia. "Estamos hablando de personas que acumulan residuos como parte de una enfermedad. Para ellos no es un problema, es algo cotidiano, incluso tienen apego a esos residuos", explicó Haspert. Los vecinos, por su parte, manifestaron comprensión pero también preocupación por el impacto en la salud y la calidad de vida en el barrio.

La comunidad colaboró donando muebles y asistencia a la propietaria tras la limpieza. El municipio continuará monitoreando la situación y evaluando a los animales rescatados para su adopción responsable, mientras se refuerza la necesidad de políticas preventivas y atención integral en casos de acumulación compulsiva.